Capítulo 15: Lo Que Tu Quieras Ser.

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Hace rato había terminado,las horas pasaron y su hora de ir al club se acercaba. Parecía feliz,creía en qué está haciendo amigos y eso la emocionaba. Hoy sería su siguiente y quizás primera clase con Budo,quería poder estar a la altura de los demás ahí,quizás hasta vencer a Budo.

Pero ahora,le preocupaba Osano, él chico aún no se ha comunicado con ella. Estuvo evitandola todo el día desde que hablo sobre estar dentro del club de Karate. Ya que era hora de salida para los que no estaban en clubs ahora,iría a buscarlo.

Termino de recoger sus cosas en su bolso para bajar y encontrar a Osano. Sintió a alguien caminar delante de ella y extrañada levanto la mirada,encontrándose con el joven de una cabellera color gris claro con puntas perfectas,sentarse en el asiento delantero de la fila de al lado. Parecía algo confundido y callado,distraído mirando a la pizarra con su cabeza reposando sobre la palma de su mano izquierda.

<<Este es el Megamo que conocí>>. Se dijo.

Tenía un pelea interna con si hablarle o no. Quizás el chico esperaba que ella le hablara para insultarla,como siempre.

– ¿Pasó algo en tu club,Saiko-San?– preguntó.

– Nada que te interese,Aishi–.

Bueno,al parecer si volvió el normal. Se levantó y camino con destino a la puerta del aula para salir pero,la voz del chico la detuvo.

– ¿Alguna vez tus padres soñaron que seas algo?– preguntó con una voz sería.

Y claro,ella sabía la respuesta. Ha vivido por años intentando no ser manipulada por su madre,quién solo quiere ella sea una desquiciada. Sabe lo duro que es cuando no eres lo que la persona que más amas quería que fueras.

– Si,lo se perfectamente– y camino hasta un asiento junto al de Megamo y se sentó ahí – Me madre quería que fuera Psicóloga y Cirujana– modificó la verdad– Pero yo decidí mejor buscar algo que pueda alegrarme a mi,es aburrido estudiar la mente humana y mucho más operarla,buagh– hizo un sonido de asco al imaginar órganos siendo operados.

– ¿Porque me dices eso?– pregunto dedicándole una mirada fría a ella.

– No lo sé,solo lo digo– Miro hacia adelante,hacia la nada.

– ¿Y no se enojo contigo tu madre?– lucía algo consternado.

– Muchas personas pasamos muchas cosas malas con nuestros padres,pero al final se acercarán a ti cuando vean que eres realmente feliz– sonrió amablemente– Quizás ahora este enojada y quiera matarme,pero luego la haré feliz al saber que seré grande sin importar lo que elija,y lo mejor,seré feliz–.

– Yo si hubiera preferido ser psicólogo o cirujano– dijo sarcástico – La felicidad no te pagará una mansión–.

– Hm,en eso tienes razón. Pero ¿Qué se llevaría a la tumba un millonario muerto que no sea su felicidad? –.

– Depresión,y quizás un traje de 10 mil dólares–.

No pudo evitar sonreír por el último comentario,tenía sentido del humor después de todo.

– O,nada– lo miro – Al final nadie se lleva nada. Tú solo aprovecha el momento,y haz lo que te haga feliz–.

– ¿Y qué te hace feliz a ti? – pregunto con una ceja enarcada.

Ella se paró con su bolso en la mano,camino hacia la puerta y mientras se sostenía del marco le dijo:

– A mi me hace feliz poder levantarme si alguna vez me caigo– sonrió,y salió del curso solo despidiéndose con la mano del peligris.

El chico poco podía creer lo que acababa de suceder. Había hablado con ella sin gritar,había bromeado,había abierto su corazón sin tener que hablarle. No parecía estúpida,captó que él se refería a él y que necesitaba un consejo.

"¿Pasa algo en tu club?". Enrealidad no,no en su club,sino,en su vida.

Su padre ha estado presionando lo para que tengamos cosas que hacer sin tener chance a tener tiempo libre. Sería pronto el próximo heredero de la compañía Saiko,un joven millonario. Pero, ¿Enrealidad deseaba serlo? Solía decir que si,pero su mente y alma gritaban que no.

Pocas veces solía salir y sentarse a tomar aire,pensar,intentar buscarse más nunca se ha encontrado... O no por ahora.

Había sido algo terrible haberse encontrado a Aishi en uno de sus escapes.

¿O quizás fue suerte?

Había aprendido que ella era alguien solitaria desde pequeña,notas regulares. Una chica que si bien no era fea,quizás no era tan atractiva y llamativa. Pero,si le alegraba un poco,un poquito,que haya sido ella a quien encontró ahí.

Movió la cabeza hacia atrás mirando por dónde se fue ella, dispuesto a salir también y dirigirse al club estudiantil.

Espera.

Olvidó algo.

¿Quien era ese pelirojo con el que ella hablaba durante el almuerzo?

(...)

Ayano caminaba por los pasillos hasta aquel recordó:

Osano.

Nisiquiera reaccionó bien,salió disparada corriendo por los pasillos hasta la puerta principal de la escuela, probablemente era tarde para encontrar a Osano.

Y así fue.

Lo vio desde lejos dar la vuelta,solo,en la esquina hasta desaparecer.

Se estrujó la frente con frustración,se había olvidado por completo de su amigo. Quizás más tarde o mañana pase por la casa de él.

En eso,ella se rinde y simplemente regresa para cambiarse a ir al club de Karate.

(...)

Budo hacía unas poses que lo hacían lucir imponente,de por sí era fuerte. Ayano le parecía un chico con una sonrisa tierna pero con unos puños listos para golpear cualquier cráneo y dejarlo K.O.

Ayano trataba de imitar los movimientos de Budo como podía,era su primera clase de Karate y aún seguía algo nerviosa. Budo en ese momento la miro,analizando que estaba un poco confundida de algunas cosas.

– Aishi-chan,debes poner el brazo más firme y levantarlo un poco mas– indico él, acercándose a ella y cambiando su brazo de posición.

Ayano se ruborizó un poco,no solía ser tocada a menudo por chicos,pero rápidamente esto se fue de su mente al concentrarse en el entrenamiento y recobrar la compostura.

– Bien,así está bien– apoyo Budo.

Ella sonrió y siguió imitando los movimientos de su maestro.

Y así prosiguió todo hasta el final de la.hora del club,ella estaba cubierta de sudor. Había entrenado con una de sus compañeras ahí,Budo también le había enseñado punto claves para golpear. Extrañamente,ella podía pelear bien,muchas veces se limito y aparto pensamientos sucios para hacer caer a sus contrincante y compañera,

Cada uno se despidió del otro para salir y dirigirse a sus casas. En eso,Bueno recordó su idea sobre ataques de acoso que quizás sufría Aishi y le pregunto si podía acompañarla,pero ella de negó alegando que no quería desviarlo de su camino a su hogar. El chico entendió,quizás ahora ella no quería dejarlo saber esas cosas,debía acercarse más a ella en un futuro.

Vio como la chica tomo rumbo a su casa y por ahí se marchó.

....

Hola :3 perdón si tarde por una semana de retraso,la semana pasada había ciclón en mi país y la luz se fue como 19378292 veces cada día xd sorry.

Los quiero mucho.

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𝐏𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐏𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫𝐭𝐞,𝐀𝐲𝐚𝐧𝐨 - Male Rivals.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora