Capitulo 3.

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Tiburoncin

MARISA

Lorcan y Adrián inmediatamente se ponen de pie llegando a mí sitio, el moreno me aparta de la orilla, el español se asoma y a la vez llega Santino a la orilla.

- Es un tiburón blanco – dice Santino examinando.

- ¿Cómo sabes? – pregunta Dely poniéndose a un lado mío, con un hilo de voz.

- Sé mucho de la biología marina, cálmense seguramente no nos atacará – trata de tranquilizarnos. - Son...

Pego un grito cuando la "barca" se mueve peligrosamente, dos maletas caen al agua y el tiburón empieza a rodearnos, solo a dar círculos a nuestro alrededor, alterando mis nervios. Lorcan se vuelve a mí tapándome la boca. Dely y yo nos alteramos, si no nos mata la hambruna, lo hará el tiburón.

-Lo que nos faltaba – maldice Adrián, él y Santino tratan de alcanzar las maletas, pero se alejan más, el tiburón vuelve a golpear la barca y los siete perdemos el equilibrio cayendo sobre está.

- ¡¿Qué hacemos?! – pregunta Azalea y todos nos ponemos de pie.

- Pongan las maletas aquí – ordena Adrián señalando la parte de la mini pared. – Ustedes tres – nos señalan a nosotras. – Busquen algo que nos pueda servir de defensa en las maletas. Santino, ¿Qué punto débil tienen los tiburones?

- La nariz, es muy delicada – dice él mientras las chicas movemos de lugar las maletas. – Un golpe ahí y los desorientas.

Abro una maleta empezando a esculcarla sin sacar las cosas, las tres nos ponemos a hacer la misma tarea buscando deprisa, los chicos de un momento a otro dejaron de hablar y susurran cerca de la orilla.

- ¡Aquí! – exclama Azalea sacando un cuchillo en una funda, es como de quince centímetros de largo y tiene dos filos, uno dulce y otro como de cierra, es completamente negro y envuelto en una funda de tela del mismo color.

- ¿Quién lleva un semejante cuchillo en la maleta? – pregunta Dely.

- No sé, pero bendito el que lo haya hecho – se la entrega a Lorcan.

- No mataremos a un tiburón, aparte de ser casi imposible, ¿Sabes que están en peligro de extinción? – defiende Santino.

- ¿Cómo crees que lo mataremos? – se burla Adrián. – Solo hay que...

Nos callamos de repente al escuchar el sonido de una ballena. Los siete volteamos a ver el lugar de origen del animal, el tiburón parece ser que le tiene miedo pues huye.

-El Tiburoncin se ha ido – celebra Lorcan.

- Pero tenemos un nuevo problema – puntualiza Adrián.

- ¿Creen que nos convirtamos en pinocho y exploremos el interior de una ballena? – menciona Lorcan intentando que el ambiente se calme, la mayoría lo mira como si hubiera dicho la peor estupidez del mundo.

- ¡Otro ridículo como Marisa! – dice Fonfe.

- ¡¿Disculpa?! – eso me ofendió muchísimo.

- Tal vez nos libramos del tiburón, pero ¿de una ballena? – Dely se pega al brazo de Adrián.

El único que ignora categóricamente nuestra pequeña discusión es Santino.

- No creo que nos ataque – dice Santino sin despegar la mirada de la ballena.

- ¿Eso crees? – pregunta burlón Fonfe. - ¡Aquí todos están locos!

- Llámenme loco, pero creo que no tiene intención de hacernos daño, escuchen su sonido es como tranquilizador, creo que solo viene a hacernos compañía – le pasé una mano frente a él, en mi defensa se quedó mirando como si estuviera descifrando el mayor enigma del mundo.

Los 7 Ancestrales. Náufragos I. Completo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora