Capítulo 45

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Una noche para recordar

MARISA

El sonido de un coche deportivo nos llama la atención, frente a nosotros ese coche de color azul se para frente a nosotras, trae el techo descubierto dejando a la vista a la persona que lo maneja, es el chico que tanto me atormenta, Lucien.

-¡Por fin llegas! – se adelanta Camile mientras me quedo estática en mi lugar mirando nerviosamente mis manos. Escucho que ella le lanza las llaves y no sé qué más. - ¡Vamos Marisa! Es tarde – eso llama mi atención y levanto la vista, detesto que ese infeliz se vea para comerse, lo veo con un traje de gala negro, debajo se asoma una camisa blanca y una corbata de color peculiar, medio sonrió, ahora entiendo por qué llamó a Camile por el color de mi vestido.

-Hola – me acerco y saludo nerviosa.

-Hey – saluda él mirándome divertido, maldito que siempre encuentra algo para burlarse de mí.

-Es tarde, vamos – nos apura Camile.

Veo el coche de Fonfe y solo hay espacio para dos personas, una la ocupa Fonfe, tal vez si ella se sienta en mis piernas podremos caber.

-Quizás si... - intento decir pero soy interrumpida.

-¡Oh! No se preocupen por mí, Tobías está detrás – señala el carro que hay detrás, el cuál prende las luces indicando que está esperando a su prometida. – Los veo allá – se despide con la mano antes de encaminarse a su coche negro.

-Marisa es hora de irnos, estoy generando tráfico – me apura el estúpido.

-Sigo molesta contigo – abro la puerta y me deslizo por el asiento.

-Al menos no estás tan enojada conmigo como ayer – en cuanto cierro la puerta acelera por la calle, le pica a un botón para que el techo vuelva a su lugar y el viento no arruine mi cabello. - ¿Cómo te fue con Camile?

-Tenemos algo en común – arreglo mi vestido antes de ponerme el cinturón de seguridad.

-No me digas.

-Ambas coincidimos que eres un imbécil – le sonrío intentando disculparme por si lo ofendí, pero la sonrisa de él sin despegar los ojos del frente me confirma que sabe que no estoy bromeando y no le ofende.

Escucho aquella risa que tanto extrañada.

-Lo lamento si lo fui, no pretendía serlo – no niego que quería escuchar su disculpa, pero realmente no sé qué pensar.

-¿No crees que es exagerado? – cambio de tema.

-¿El qué?

-Hacer un evento solo para anunciar que el gran multimillonario joven francés sigue vivo – exagero moviendo las manos, él sonríe mirándome un instante antes de volver a enfocarse al frente.

-Para mí no, es importante que todo mundo sepa que tengo más vidas que un gato, literalmente – ruedo los ojos divertida cuando de toca su piedra. – Además no es lo único que tengo que anunciar.

-¿Qué otra cosa? ¿Qué eres un ancestral y vivirás hasta que el mundo se acabe? – indago.

-¿Quieres que Adrián me mate? Es otra cosa, te gustará, al menos eso espero.

-¿Puedo saber qué es?

-No – le pongo mala cara y me volteo al lado contrario, me choca que use mi curiosidad en mi contra.

El teléfono suena y Fonfe contesta con la bocina.

-¿Luthier?

-Sr...Joven... Lucien – habla con cuidado y escucho la risilla baja del francés. – Los padres de la señorita Marisa acaban de aterrizar.

Los 7 Ancestrales. Náufragos I. Completo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora