Los 7 Ancestrales. Náufragos I. Completo ✔️

Capítulo 46

Cuando todo iba bien...

MARISA

-Oiga ¡¿Pero qué le pasa?! – le reclamo, me vale un completo rábano que sea mi suegra y esté frente todas las personas, en papeles inversos Fonfe no hubiera permitido que me golpearan. La mujer se voltea a mí con ojos de pistola reparándome con un auténtico odio y asco, veo sus intenciones cuando su mano quiere levantarse.

-Tócala y olvídate de que tú fuiste mi madre alguna vez – advierte el francés.

-Vamos a un lugar privado – murmura su madre antes de dar la media vuelta e irse a una de las habitaciones, Fonfe toma mi mano y me jala con él obligándome a seguirle el paso, la gente se queda boca abierta ante la situación, la mano donde ahora porto el anillo la tengo libre y mientras corro para seguir el paso de Fonfe, lo miro por un instante.

Es de color de oro blanco el diamante está rodeado de una rosa y el resto del anillo es como si se hubiera enrollado en mi dedo, es precioso y no puedo evitar sentir ese cosquilleo en mi interior, seré la esposa del arrogante de mierda que odiaba, ¿Siempre la vida tiene que ser chistosa?

Abre la puerta que tiene enfrente y me deja pasar primero, lo hago mientras su madre nos da la espalda y mira con los brazos cruzados el ventanal gigante, el cual muestra parte del jardín y París entero.

-Sácala – brama sin voltearse. – No quiero la basura cerca.

-Supongo que no me dejarás sacarte entonces – aprieto la mano de Fonfe, puede que no me caiga bien del todo su madre, pero debe de respetarla.

-Cuida tus palabras – le advierte su madre antes de voltearse.

-Entonces tú cuida las tuyas cuando te refieras a mi prometida – me sienta un poco incómodo que hable de eso modo, ahora entiendo de donde viene el Fonfe grosero.

-La quiero fuera, esa no tiene por qué hablarme y definitivamente no tiene derecho a portar una joyería de los Vasseur.

-¿Y tú sí? Hasta donde yo sé, madre, no naciste con mi apellido, te casaste con uno de nosotros y por ello portas el apellido y toda la joyería que tienes. Vete haciendo la idea que Marisa se convertirá en una Vasseur – me muevo incómoda y los ojos de la Sra. Vasseur se posan en mí. – Querías hablar, adelante te escucho, a la tercera tontería nos largamos.

-¿Acaso tienes idea de la magnitud del problema que me metiste? – brama su madre regresando a su hijo.

-Déjame adivinar, he destruido tus planes...

-¡No me levantes la voz! – le grita su madre, Fonfe empuña sus puños a los costados y una vena de su cuello se le marca. - ¡No tienes ni idea de lo que acabas de hacer! ¡Te salvé de esa asquerosa isla y así me lo pagas!

-No te engañes y pretendas hacerlo con todo el mundo, no quisiste salvarme, nunca te importó, ¡Lo único que querías era que volviera para que tu dinero estuviera a salvo! De eso se trató ¿no madre? Billetes es lo único que existe en tu vida. Más que la vida de tu único hijo.

Admito que es nueva información que obtengo de Fonfe, el chico que siempre había tenido una armadura se ha mostrado vulnerable por primera vez, su voz lo delata, no es la voz del Lucien que conozco, es de un chico que ha sufrido por años y entiendo por una parte su dolor.

-Piensa lo que quieras, pero tenías que casarte con Amber Goyle ¡Todos nuestros negocios se van a ir a la mierda! ¡Es que no tienes cabeza!

-¿¿Qué yo no tengo cabeza?? Querías cambiar la felicidad de tu hijo, obligándome a casarme con una inútil solo por dinero, ¿Tan cínica te volviste con los años?