Epílogo

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ASCIAN O SOMBRA.

El sonido de mis pasos a través de las piedras hace eco por todo el túnel que tenía que recorrer para llegar al final, no hay luces que iluminen el camino, además de que son muy molestas para mis sensibles ojos, las detesto, siempre he odiado algo que se relacione con el bando contrario a lo que soy. Las sombras son el mejor aliado que se pueda conocer, aprendí de ellas que podía estar en cualquier lugar y ser el mejor enemigo de cualquier persona o ser.

Siempre estuve detrás de todo, esperando pacientemente a que llegará mi momento, tantos millones de años viviendo, he tenido que aprender el significado de la paciencia, aunque hubo veces que me desesperé que simplemente solía verlos, sobre todo a ella.

Hay detalles de mi plan que todavía debían de pulirse y he acabo de dar mi mejor golpe contra los siete, que ridículo lo que hacen los humanos para festejar una unión, da igual, ahora conocen que hay alguien más que los estará acechando. Al llegar al final del pasillo empecé a silbar una melodía que solía hacer ella, sigue tan presente en mi memoria y su recuerdo en mi piel que nunca lo he olvidado. Agarro el manojo de llaves y busco la que necesito con toda la tranquilidad del mundo.

Cuando abro la puerta entro en su interior, no tengo necesidad de prender alguna vela, tanto como mi prisionero como yo tenemos visión nocturna. Cierro la puerta detrás de mí y tomo asiento en el banco que hay frente a mi más reciente prisionero.

-Esperaba al menos un cálido saludo – espeto con sarcasmo relajándome. - Ascian desprecio tu visita; Ascian esto, ect.

Mi querido prisionero gimotea de dolor mientras su boca escupe sangre.

–¿Cómo dices? ¿No puedes hablar? Claro lo olvidé – uso mis poderes para reparar las heridas y poder comunicarme con él. Le había cortado la piel de su rostro y algunas partes de su cuerpo para que se desangrara, obviamente lo hice en lugares que serían dolorosos, pero no para que se muriera, quiera o no, lo necesito con vida.

-¿Qué hiciste? – me preguntó una vez que las heridas de su boca se cerraron y le permitían hablar.

-Nada que no te sorprenda – le contesté, el olor a sangre inunda mis fosas nasales y aunque sea la sangre del enemigo, nunca negaré que el olor a hierro es un deleite para mí. - Ellos saben de mí ahora - le informo. - De nada, te he ahorrado darles la sorpresa - espeto con sarcasmo.

-Déjalos en paz, ellos no tienen nada que ver con lo nuestro- pega con debilidad su cabeza en la pared, aniquilando con sus ojos felinos.

-Ahí es donde te equivocas mi querido Uslar – su nombre lo menciono con todo el asco del mundo, prácticamente desde que él fue creado lo odié, a la vez que él me conoció también lo hizo, nuestro odio básicamente viene de nuestros ancestrales y nunca mermará. – Aquí lo que no entiendo es por qué hiciste todo esto para llamar mi atención.

-No sé de qué hablas.

-Claro que lo sabes. Un vuelo cae misteriosamente en medio del océano, cerca de nuestra querida isla, donde solo sobrevivieron siete chicos ¿Crees que soy tonto?

-Si yo no te detengo, ellos lo harán – oh, claro que lo harán.

-Ellos saben de mi existencia, pero no de mi rostro, esa fue una mala carta por tu parte – le tiro la foto que les tome al día siguiente de que ellos llegaron a tierra firme, fue fácil infiltrarme en su evento vestido de fotógrafo, les tome una foto y luego desaparecí. – Me ha resultado bastante fácil estar cerca de ellos en todo momento – no es el único momento en el estuve cerca, también conviví con ellos sin que se enterarán.

-¿Qué planeas? – pregunta directamente, está tan desesperado por conseguir respuesta que no puede hablar rodeando el asunto, meterme con ellos ha causado que su desesperación salga a flote, por lo que fue muy fácil capturarlo.

Los 7 Ancestrales. Náufragos I. Completo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora