Los 7 Ancestrales. Náufragos I. Completo ✔️

Capítulo 48

Ultimátum

MARISA

-Les deseo un buen viaje – abrazo por última vez a mi madre, tienen mucho trabajo que no pueden posponer, apenas tienen tiempo para regresar a mi boda, mi madre vuelve a limpiarse las lágrimas abrazándome de nuevo.

-Si el avión se cae...

-Shh, no digas eso – maldito Uslar, deja traumas psicológicos en cualquiera, directa o indirectamente.

-No me importa, nunca es un mal momento para recordarte que eres la mejor hija que pude tener y te amo sobre todas las cosas, mi niña – mis ojos se empañan cuando lo dice, la aprieto contra mí al sentirla, no quiero que está sea una despedida eterna y me da miedo que así lo sienta.

-Mamá – sollozo mirando de reojo a mi padrastro, nos sonríe con las manos en su maleta, le abro un brazo para que se una al abrazo, él si es mi padre y ellos si son mi familia.

Al cabo de un rato nos despegamos cuando en los altavoces anuncian que su vuelo es el próximo en despegar.

-Ve y despídete de tus amigos – se separa mi mamá, Camile y Tobías también se van, le surgió un problemilla en América y tienen que volver inmediatamente, es una tristeza, me cayeron super bien y necesitamos convivir más.

-Buen viaje madre, te espero el día de la boda – le doy un beso en el cachete.

-No me lo perdería – me aleja para que vaya.

Mi futuro esposo se anda abrazando con Tobías mientras Camile viene a mí, llega directamente a abrazarme dejando su maleta violeta a un lado.

-Detesto que mis hermanos no puedan hacer nada sin mí – por lo que me ha contado viene de una familia grande, sus hermanos biológicos son unos trillizos, incluyéndola, donde los tres comparten el pelo castaño y unos ojos azules radiantes, tiene una prima a que la considera más como una hermana, su cuñada que se volvió su hermana y un amigo cercano que ama a pesar de lo estúpido que suele ser, de hecho, piensa que Matías y Lucien se llevarían bien.

-Descuida, a mí me hubiera gustado tener un hermano – le soy sincera.

-Bueno ya nos tienes, una adoptada más a la familia Jones – se despega de mí.

-Gracias – le digo con un nudo en la garganta. - ¿Cuándo será su boda?

-En noviembre – iré ya casada, que emoción. – Sobra decir que estás obligada a ir – me sonríe.

-No me la perdería.

-Genial te enviaré los números de mis hermanas para que se pongan de acuerdo – arrugo las cejas.

-De acuerdo... ¿para qué?

-Aún no eligen el color para el vestido de dama de honor y con tu ayuda sé que podrán llegar a uno – frota una mano en mi brazo.

-Claro que puedo ayudarles.

-Pero no como una amiga – ladeo la cabeza a un lado confundida. – Quiero que nos ayudes como una dama de honor – me dan setecientos infartos con aquella frase. ¿Yo siendo su dama de honor? Eso sí que es un honor. - Aún es tiempo para agregar una dama más.

-Yo... muchísimas gracias, claro que tú también eres mi dama... - digo torpemente.

-Tranqui, tranqui, Lucien me mataría si no fuera tu dama – le sonrío antes de volverla abrazar, me lo devuelve fuertemente. – Calma, estaré un día antes de la boda, aunque si se pone Lucien de pesado llámame, veré como le hago para volver ese día y golpearlo yo misma – nos reímos mientras nos separamos.