Capítulo 52

43 5 0
                                    

Él tenía razón

MARISA

-Pss.. pss – me llaman, volteo a la puerta mientras me coloco un arete largo de color plata, es Inalcanzable la que viene corriendo a mí. - ¿A que no sabes de lo que me acaban de pedir?

Me encojo de hombros mientras busco el último arete que me falta por ponerme.

-Un señor quiere pagar una millonada para que le bailes un privado – me enseña una tarjeta con un número, se me van los ojos y es precisamente lo que me falta para completar mi viaje de vuelta a casa, la cifra la podría ganar en una semana y media, pero está forma sería más fácil de obtener el dinero.

Solo recuerdo la advertencia de Adrián: "Nada de privados" tuerzo la boca con una sonrisa triste mientras le devuelvo el papel.

-Es muy buena oferta, pero sabes que no puedo hacer privados – la chica rueda los ojos mientras insiste en que tome el papel.

-Que el guapo de Adrián no te lo impida – me alienta.

-Necesito el dinero, pero no de esta forma – le digo.

-No tienes ni idea de la cantidad de insistencias del cliente, literalmente desde el primer día que saliste a la luz ha insistido en contactarte.

-Lo aprecio mucho, pero sabes las condiciones de Adrián – la chica pone una mueca de tristeza y se va detrás de mí mientras termino de prepararme.

-Siempre haces lo que quieren los demás, ¿No sería bueno que fueras egoísta por tu propia felicidad? – escucho esa extraña voz de nuevo, la misma que llevo escuchando unos días atrás y nunca encuentro el origen de quien me lo dice. - Tú no eres una inocente palomita.

-¿Hablaste? – le pregunto a la chica que tengo detrás, se levanta acomodándose las botas.

-No – frunce el ceño y volteo de nuevo al espejo.

Después de ello no hablo más con nadie y nos vamos al show de esta semana, como siempre me siento muy empoderada bailándole a la gente, debo de admitir con pena que aún no me estoy preparando mentalmente para quitarme la ropa, como el resto de mis compañeras.

Terminando el show tengo el tiempo suficiente para comer, en lo que vacían el lugar y recolectan el dinero que ganamos hoy. Me pongo mi pijama para sentirme más cómoda y salgo al club, paso de largo a las personas y me dirijo directamente a la barra.

-Buenas, buenas ¿Cómo estuve hoy? – le pregunto a los dos chicos que están ahí.

-De puta madre – responde Adrián, le sonrío mientras tomo asiento.

-De verdad que no puedo creerme que eres la única que viene a este lugar en pijama – habla Edwin divertido señalando mi atuendo.

-Saliendo de aquí nos vamos directamente a la cama – le digo poniendo mi cabeza sobre la palma de mi mano.

-Eso se puede malinterpretar – menciona el español.

-Es verdad – levanto mi cabeza.

Veo al español con un rostro serio, demasiado para ser él.

-¿Pasa algo?

-Mi plan ha funcionado, tengo a la sanguijuela en la mira – alzo las cejas maravillada, me habla en código, supongo que no quiere que nadie más se entere.

-Eso es maravilloso, ¿pero?...

-Tengo que irme a Madrid mañana y nadie puede venir - ¿ese es el problema?

-Y no hay nadie quien me cuide ¿verdad? – le digo, asiente con la cabeza lentamente. – Bueno, quizás pueda faltar mañana, les digo que tengo un compromiso y ya.

Los 7 Ancestrales. Náufragos I. Completo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora