Capítulo 10

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Brújulas y persecuciones

MARISA

Algo peludo vuelve a acurrucarse en mi brazo, es de noche y este insistente movimiento me despertó. Abro los ojos lentamente y me encuentro con la sorpresa de unos ojos felinos de color dorado, parpadeo un par de veces tratando de averiguar si es un sueño lo que veo o si es real. Mantengo los ojos abiertos mirando como el pequeño felino mueve la cabeza indicándome que me levante.

-¿Eres real? – le pregunto después de segundos de silencio.

El felino se sienta sobre el suelo, moviendo sus dos patas delanteras de arriba a abajo como si estuviera intercalando el movimiento con una pata con la otra para mantener el equilibrio, el movimiento me parece tierno, por el animal bonito que tengo enfrente.

Tan real como tú ¿O acaso dudas que no lo sea?» - su voz la conozco y la escucho dando ecos dentro de mi mente.

- Últimamente dudo que todo esto sea real – susurro con sinceridad. Nadie sobrevive a lo que hemos vivido nosotros, en general. Pasan unos segundos de silencio, el gato y yo nos quedamos mirando sin saber exactamente el motivo, hasta que él decide romper el hielo.

Hay una conversación pendiente» - se lame una pata ignorándome.

-Entonces búscame de día, de noche no te sirvo – cierro los ojos.

Mira humana, no me gusta tu actitud, necesito que te levantes y me sigas, esta es la única oportunidad que te doy» - increpa molesto.

-Aunque quisiera no puedo – continuo con los ojos cerrados. – Estoy atada y no creo que me dejen irme de noche sola contigo – levanto la mano mostrándole la cuerda que me pone todas las noches el español.

Puedo darte información de Lorcan» - aquel enunciado me hace abrir los ojos.

-¿Tú qué sabes de él? – pregunto a la defensiva.

Despierta y consigue ir al bosque sola, no le digas a nadie y ten a la mano la brújula»

-¿Qué brújula?

La que encontraste en el barco, esa te llevará a mí y te diré más de Lorcan» – se pone de pie y trata de irse a la selva.

-¡Espera! – trato de ponerme de pie, pero un agarre en mi muñeca me lo impide, desorientada miro y no hay nada que me sujete, maldigo cuando recuerdo que una vez paso esto y estaba en un sueño. - ¿Dónde te encuentro? – pregunto cuando todo empieza a desvanecerse.

La brújula te guiará a mí» - es lo último que escuché antes de volver a la realidad.

Recobro la conciencia, abro los ojos y me veo sentada en donde mismo, siento la frente sudorosa, me enfoco en la persona que tengo frente y no necesito explicarle nada.

-La respuesta es no – frunce el ceño sin entender a qué se refiere.

-No te entiendo – Adrián suspira sentándose, ya ha dejado de sujetar la muñeca. – El gato, sabe de Lorcan, la brújula que tengo puede guiarme hasta él...

-Escuche lo que decías – me corta un poco brusco, su tono me deja callada y siendo sincera es la primera vez que lo veo molesto. – No voy a dejarte ir a la selva sola y de noche, en busca de un gato que no existe. No quiero volver a perder a alguien.

-Pero...

-Dije que no – me corta antes de acostarse de nuevo.

Yo también lo hago sintiéndome como una niña regañada, nunca me ha gustado obedecer, pero ese gato puede ayudarme, solo necesito saber cómo rayos le haré para lograr irme sola. En poco tiempo logro conciliar el sueño y me pierdo del mundo por unas cuantas horas. Despierto cuando se mueven a mi lado, abro los ojos lentamente y veo a Adrián desatar mi muñeca.

Los 7 Ancestrales. Náufragos I. Completo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora