Los 7 Ancestrales. Náufragos I. Completo ✔️

Capítulo 47

Cuando las puertas se cierran

FONFE

Escucho el sonido de la puerta abrirse, junto unos pasos apresurados a la puerta, sonrío recargando mi cabeza en mi mano, es imposible que salga de este lugar sin que yo lo quiera, tengo que hablar con ella y decirle las cosas antes de que se entere de mala manera y se vaya de mi lado, otra vez. Adrián me lo había advertido y no le había hecho caso, nunca había tenido ese temor que alguien se fuera de mi vida desde la muerte de mi padre, siempre pensé que mi madre sería la primera en morir, pero la vida es chistosa, sobre todo, ¿cómo pensaba eso conociendo a mi madre?

-¿Ya te vas? – pregunto ocultando la sonrisa que involuntariamente se forma, siempre con ella se me ha escapado una. – Ven, tengo que hablar contigo.

-¿Solo hablar? – me da risa que quiera negarse algo cuando lo desea con toda su alma.

-Solo eso – le digo para que venga.

-¿Lo prometes?

-Si – sus tacones son el indicador que deja la puerta, la silla que tengo frente a mi escritorio se mueve y a continuación la escucho sentarse – Ven acá – le ordeno, escucho como suspira antes de volver a ponerse de pie y rodear el escritorio hasta quedar frente a mí. Cuando la tengo frente a mí alzo la cara para mirarla.

He de confesar que nunca me cansaré de verla, es tan preciosa, sus ojos aumentan su belleza física, cuando dice que tiene los ojos cafés, me la imagino y siempre veo el mismo resultado: la mujer más hermosa que he visto y seguiré mirándola de ese modo, sea el color de sus ojos. Tomo su mano y la siento encima de mí, tomo su cadera la jalo abajo y hago que se siente completamente en mí. Su cuerpo toca mi entrepierna e inmediatamente la siento ponerse dura, nunca en mi vida se me había puesto dura tan rápido, eso y auméntale las veces que me he obligado a no pensar en ella para que se me baje.

El vestido se le sube, la abertura de su vestido hace que se le vea casi toda la pierna, con un dedo trazo un camino desde su rodilla hasta su cintura, de verdad que está mujer me vuelve loco.

-¿No dijiste que solo era para hablar? – pregunta con la ceja alzada.

-Eso es lo que planeo – alzo una ceja recargándome en mi silla. – A menos que quieras hacer otra cosa, no me opondría – quisiera jugar con ella, creo que, si vuelvo a intentar seducirla puedo ganarle, aunque quiera necesito hablar con ella primero.

-¿De qué quieres hablar?

-De mí – sus cejas se juntan un momento, antes de que suelte una carcajada.

-Madre mía, Fonfe – se limpia una mini lagrimita de la risa, la cual limpia para evitar esparcirse su maquillaje, la veo con una sonrisa de estúpido. – Cuéntame.

-No sé qué fue lo que te dijo Tobías, pero quiero que conozcas esto por mí y no por alguien más – me pongo serio y automáticamente ella también, deja que continúe. – Admito que antes de ti era un mujeriego, casi nunca volvía con la misma chica, a menos que me hubiera dado un buen polvo y definitivamente no buscaba una relación – intenta hablar, pero no se lo permito. – Déjame terminar. No me gustaría decírtelo, pero es mejor que lo sepas y no usen esto en nuestra contra en el futuro. Me gustaba esa vida, me gustaba estar con una y con otra, aunque les dejaba las cosas claras desde un inicio, la mayoría volvía a mí ilusionadas, hasta que te conocí a ti.

»Soy sincero que la primera vez que me acerqué a ti en la isla era realmente para pasar el rato, luego pasaron las cosas y terminé por entender que siempre estaba con una y con otra, porque nunca encontraba a esa persona la que me llenaba, hasta que te conocí – baja la cabeza intentando disimular una sonrisa, levanto su mentón para que me vea a los ojos y tienen ese brillo que tanto me gusta verle. – Entendí que después de ti no tengo ojos para nadie más, así que no importa lo que te digan de mi – meto una mano en su nuca enredando mis dedos con su cabello, quiero que se grabe esto porque no tengo planeado dejarla y nunca lo haré, la quiero para mí para toda la eternidad o al menos hasta mi último suspiro. – Quiero que te quede claro, que nada de mi pasado me importa, solo te veo a ti en mi presente y futuro.