Jureyka_
FELÍZ CUMPLEAÑOS, PRECIOSA. Mis mejores deseos para tí, que pases muy lindo día y gracias por darle tanto amor a mis pequeños locos💗.* * *
¿Era posible sentir que habías tomado una mala decisión habiendo tomado la misma hace una hora? Así me sentía. Últimamente había tomado demasiadas malas ideas, y está, era una de ellas o quizás no.
Mientras más caminaba y mis tacones, bajos pero elegantes, chocaban con el piso el pánico crecía cada vez más dentro de mí. Veía las paredes blancas, los pasillos blancos y nada, nada me dejaba tranquilidad como decía el folleto que tome en la entrada. Lo único, era el jardín, que tenía podado la figura de un perrito en un arbusto, del resto, todo me generaba lo mismo: encierro.
Mientras caminaba detrás de la figura que muy, poco amablemente, se ofreció a acompañarme me fijaba en todas las puertas y personas que dejaba atrás a medida de cada paso. Unas me sonreían, otras hacían una mueca al verme y yo solo podía pasar saliva y medio sonreír de boca cerrada.
Después de cruzar a la izquierda como unas dos veces, llegamos a un salón con puerta corrediza. La figura se detuvo y me miró.
— Aquí es — dijo, y medio abrió la puerta pero la detuve con mi mano—. Mira, si no quieres estar aquí no tienes porque estarlo, pero ya bastante sólo está y aunque siempre esté sonriendo y haciendo bromas una mala compañía no es lo que necesita ahora.— me miró con desprecio, vale, si bien no quería estar aquí, ahora quería huir.
— ¿Tan mal está? —pregunté con miedo. — ¿Está enfermo?
Ella negó con una sonrisa y miro hacia la puerta con un poco de fascinación.
— No es como esta es sí está para verte. Y no, pero tampoco deja que el doctor le vea, él afirma que se siente bien no obstante todos sabemos lo que tiene — volvió a mirarme—: depresión, soledad, vejez. Cuando mandan a ellos aquí es porque no les quieren y simplemente quieren librarse de su peso. Y la verdad, él no es ningún peso, él afirma que su turrón menor vendrá un día o quizás el mayor, la verdad no recuerdo exactamente, canturrea muchas cosas día a día. Nunca pierda la esperanza.
Me quedé en quieta en el sitio al escuchar eso, él, mi abuelo, Nico Madison, sigue esperando que yo venga a verle y aunque esté haciéndolo, sigo teniendo un poco de miedo.
— S-soy yo..— dije y me aclare la garganta, la enfermera me miró raro —. No soy una amiga de la familia, soy su nieta, el turrón menor — sonreí y mis ojos se llenaron de lágrimas.
Joder, ahora no por favor.
—Oh, vaya esto sí qué es una sorpresa — se cruzó de brazos — ¿Por qué tardaste tanto para venir a verle? Me sorprende que siendo tan joven, con vista imponente y siendo la dueña de una empresa, no hayas tenido tiempo para ver a tu familia. — la puerta se abrió dejándola con la palabra en la boca.
De la habitación salió un chico joven, con un carrito de comida con una sonrisa.
—...No se preocupe, lo haré — habló — Nos vemos más tarde, Nico. — se despidió.
Iba a cerrar la puerta pero se quedó en el sitio al ver a su compañera y a mí llorando. La miro a ella y la fulminó con la mirada y luego me miró a mí.
— ¿Que hiciste, Kasandra? — la miró y "Kasandra" bufo y se fue del lugar —. ¿Estás bien? ¿Te ayudo en algo?
Asentí y limpie mis mejillas, abrí mi boca para responder pero mi móvil me interrumpió. Lo saqué y una llamada entrante de Ray me sorprendió.
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RAY (#2 M5C)
Teen FictionRAY (#2 M5C) El pasado es del pasado, olvídalo, ¿puedes entenderlo? Ella quiere olvidarlo sin importar lo que cueste. Él dice que esa palabra no existe en su vocabulario. Los dos son lo suficientemente testarudos para no aceptar que jamás dejarán de...