Parte Ocho.

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La cena fue bastante rara, vale, no iba a mentirles fue increíblemente incómoda. No sé en qué momento me había puesto tan agresiva con todo el mundo, y de nuevo, no pretendía parar. Ray me saco de mis casillas de una forma tan impresionante que de verdad no sé cómo no me lance sobre él a golpearlo. Porque créeme, eso quería, con todas mis fuerzas.

Y Dylan, bueno él, se estaba comportando cómo el mejor novio que una chica podía tener y era bizarro muy bizarro esos momentos, comenzaba a incomodarme.

Incluso hasta darme cólera, es que amigo, ¿tenías que decirle a Ray que no se metiera conmigo? ¿en serio, es que no quieres mantener tu cabeza intacta?

Y es que, justo cuando empezaba a pensar que las cosas no podían ser peor...el gran Jeff Hard decidió hablar.

Y lo maneje, lo maneje muy bien hasta donde pude.

— ¡Que les den a los dos! — vocifero, mantenimiento la postura claramente irritado. — ¿Que caramelos les pasa? ¿En qué momento empezaron a tirarse mermelada entre ustedes cuando antes se querían?

En su mirada había demasiada seriedad y francamente, no tenía otra opción que hablar. Pero no exactamente lo que ellos o querías escuchar.

Aunque si me aterró un poco como se le marcaba la vena en la frente cuando hablaba y como respiraba pesadamente, luego de tener un shock mental, me fijé en Ethan que solo me tendió su copa en el aire en un 'te lo dije", este Jeff emputado con idioma a comida no era digno de ver.

— Que te lo diga él — masculle, más para mí que para el resto, pero Ray sí pareció escucharme.

— Que te lo diga ella —Y eso, sí mis amigos lo dijo claro y fuerte.

— ¡No lo haré, no te daré el maldito gusto! — dije, completamente irritada por él, por Dylan, por todos, por mí.

...por la gente que nos veía raro...

Dylan en distintas ocasiones apretaba mi mano como para relajarme y solo lo que hacía era ponerme los pelos de punta. ¡Me estaba irritando demasiado!

Y sólo podía llegar a una conclusión, estoy tan completamente irritada que no tolero que vengan a querer relajarme.

—Claro que no lo harás..—siseo, retandome.

En ese momento Jeff y todos parecían querer formar parte de esto también, no es como si fuesen a hablar, solo fijaron su mirada en mí y luego en él esperando explicación.

No les impedi que disfrutarán del show en vivo de Samray todos contra todos porque al final, esto estaría en boca de todos, y no me refería exactamente a nosotros.

Y por un momento olvide que el niño estaba ahí, boquiabierto en su sitio, junto a su madre, enojada y pérdida también, que trataba de tranquilizar su estaba de confusión dándole comida. En ese momento me jodí más mentalmente porque sabía que me había pasado de la raya con mis estúpidos problemas; no me atreví ni a mirar a mi amiga para saber que estaba demasiado enojada conmigo y que no había forma de arreglarlo.

— No lo haré...¡Porque no me sale de las jodidas pelotas hacerlo! — grite, aún más histérica.

Dylan volvió a tomar mi mano y comenzó a masajearla..joder, ¿que era esto? ¿un jodido spa? porque no lo necesitaba. 

Tal vez necesitaba relajarme un poco pero mientras él siga hablando y provocándome no lo haré.

— ¡Pero sí tú no tienes pelotas! —me regreso, y juro que pude ver una sonrisa triunfante en su rostro, pero no deje que eso se completará.

RAY (#2 M5C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora