Parte dieciséis.

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Cuando crees que las cosas no pueden ir peor siguen cayendo, y en picada.

Después de lo dicho, limpie mis lágrimas y me propuse pensar con cabeza fría, después de todo, algo qué hacer, exactamente no había. O bueno sí, el dichoso contrato.

Me gire hacía mí amigo que en silencio estaba sentado sobre su cama, de seguro procesando las cosas.

—Ey...eso no es todo.

Levantó la mirada para verme, completamente confuso.

—¿Hay más? —dudó y antes de poder responder, dijo algo más—. Espera, me dijiste que Dylan no sabe que tiene un hermano, ¿no? Entonces, a todas estás, ¿por qué te dice todo eso ahora?

Fruncí un poco mis labios y mi cara, tenía sentido y la verdad tampoco me había fijado en ello, ¿por qué no me lo dijo desde un principio? Quizá por mi reacción o no lo sé.

—La verdad no lo sé, James. Quizá porque salí con cara de espanto de la oficina, y puede qué pensó que era el mejor momento para decirlo. —comenté, lejana—. Él dijo que Dylan haría todo por mí, y luego él mismo sé disculpo conmigo, me dijo que no se sentía para nada orgulloso de como era su padre, y que tampoco sabía porque era así....pero yo sí que lo sé.

Se levantó de la cama, camino hasta la puerta me sorprendió verlo colocar seguro y luego volvió a verme.

—Tienes que explicarme todo, Samantha, así conseguiremos una forma de que nada se vaya al caño. Y sé, qué tu "hay algo más" es referente a Ray. Así que mientras me vas contando vas a preguntarte a quién vas a elegir, porque si bien son familia, los dos tienen sus cosas que aparentan que no y tienes que elegir.

Suspire y sin decir más nada en unos segundos, entendí que, otra vez, James tenía razón.

Después de aproximadamente unos quince minutos dónde le expliqué todo, y en dónde volví a sentir mi piel erizada al recordar los momentos en la oficina, terminé de explicarle todo a James.

—Ahora, consigo que Ray hablé con él o aceptó el contrato con todo y cláusula. —finalicé en un aludido. James, me miró por unos segundos, tratando se interpretar mi expresión.

—Bien, primero, qué jodida está tu vida y todo nuevamente. —se burló y quise sonreí más no me salió.

—Si tan solo todo se acabara de una vez...

Mire mis manos y juguetee con ellas en silencio, luego la habitación se quedó en completo silencio, levanté la mirada para encontrarme a James con mirada imbatible.

—¿Qué?

—¿Ray o el contrato para salvar tú empresa? Porque por si lo olvidaste, sino firmas eso, no sólo te quedas a hacer lo qué tu quieras con Ray sino qué inmediatamente pierdes el contrato, y la oportunidad de arreglar todo.

Mi boca se seco al instante que dijo lo último, sí estábamos jodidos, bueno más yo que el resto. Pase las manos por mi cara y luego mi cabello, ansiosa de tener una respuesta. Después de unos segundos la encontré.

Levanté la mirada con rapidez y mi amigo al verme, entendió mi punto. Negó con la cabeza repetidas veces y se alejó de mí.

—No.

—Si, es una opción variable. —propuse.

—No, no vas a vender la isla para obtener el dinero y así no firmar el contrato, olvídate de eso. —se cruzo de brazos—. Dylan me contó tu remota idea y eso no va a suceder, así que te olvidas de ello en éste instante.

—Pero, escúchame, si la vendo consigo el dinero, las cosas volverían a estar bien en la empresa y todo seguiría...

—Si crees que la mejor opción que tienes es vender una propiedad para salvar tú empresa para así no alejarte de tu ex sólo porque, "crees que todo volvería a estar bien" estás muy mal. Las cosas no estarán bien después de eso.

RAY (#2 M5C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora