—¿Qué tiene mamá?
Creo que jamás lo había escuchado decir mamá hasta hace unas horas, y al hacerlo era como lanzarme dagas al alma, ¿qué hubiese pasado si fuera Nicole y no la niña? No quería ni pensar en eso, y tampoco quería hacerlo.
—Tu mami puede que esté muy cansada, lo mejor será que descanse.
Dylan le respondió mirándolo por el retrovisor, el niño se mantuvo en silencio durante unos segundos. Mi pierna chocaba con la otra cada que el auto hacía un movimiento, mis rodillas comenzaban a dolerme, sin embargo, nunca me moví. Mis manos se tensaron mientras abrazaba mis brazos, esa era mi posición desde que habíamos salido del hospital. Se había vuelto un patrón.
Nunca dije nada al respecto, y francamente tampoco me daba la cara para mirar al pequeño sin llorar. El había dejado de tratar estar cerca de mí puesto que lo evadía. Me dolía mucho la situación que estaba sucediendo, sabía que no podía hacer nada al respecto, sin embargo, la presión en mi pecho era cada vez más fuerte. Dolía, dolía a horrores. Quizás no podía entender con exactitud lo que ella sentía en ese momento, pero sabía lo que significaba perder a alguien especial en tu vida.
—¿Y por qué Sam no deja de llorar? —el rubio volvió a interrogar.
Una lágrima rodaba por mi mejilla, la limpié mientras suspiraba con fuerza, a ver, al menos por el niño tenía que ser fuerte.
Me gire hacía él y le sonreí— ¿Yo? Yo no estoy llorando, nada que ver, me parece que estás inventando cosas, lindo.
Sonrió angelicalmente, tratando de saltar de la silla para bebés, puse una mano cerca de él para que no se cayera. Sabía que mi amigo nos miraba de reojo sin dejar de manejar. Mirar al pequeño era como ver tanto a Ethan cómo a Nicole. Los rasgos de él y el cabello de ella, ¿cómo hubiese sido la nena?
—Mami nunca está triste, lo sé porque siempre habla y hoy no quiso responderme, nunca hace eso.
Dios, ¿en qué momento se le había desarrollado bien el habla? No pude responderle, volví a girarme y sentarme cómo debía, no me abracé los brazos sólo los coloque en mis piernas. Faltaba poco para llegar a la casa de los chicos, aún así, se me hacía imposible el no pensar que hoy había sido una noche larga.
Eran las tantas de la madrugada, y todavía nadie había podido pegar un ojo, aunque quisiéramos hacerlo, nadie lo lograría. Todo estábamos al tanto de lo que podría pasar con ella. No supe si ya Ethan le había dicho todo, él salió más cabizbajo de como había entrado para decir que nos iríamos. Antes de eso, el médico salió discutió amablemente con nosotros sobre cómo serían los días con ella, no nos aseguro si sería por una larga temporada o no.
Que lo más probable era que quisiera alejarse un poco de todos al inicio y luego aislarse completamente, que no dejáramos que hiciera eso. Tampoco dejarla sola y mucho menos que crea que todo a sido su culpa; que el ochenta porciento de las madres que pasan por éstos casos suelen caer en depresión postparto y que si dejamos que se desarrolle quizás sea muy tarde luego para detenerlo.
Sí, las autolesiones físicas.
Al oírlo la que más reaccionó de una forma distinta fui yo. Todos me miraron disimuladamente, de igual forma, todos sabíamos el porqué. Trate de lastimarme un poco el brazo haciendo presión en el mismo pero Dylan me detuvo la mano al segundo, manteniéndola sostuvo junto a la suya mientras la conversión transcurría. No sabía porqué, exactamente, en ese momento, yo quería autolesionarme cuando nunca lo había hecho.
Entendí varias de la cosas que él doctor nombró y en cada una de ellas, Dylan me miraba como para corroborar que si yo también lo hacía. Asentí todas las veces. Sé qué quiere decirme algo pero no hemos tenido tiempo de hacerlo.
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RAY (#2 M5C)
Teen FictionRAY (#2 M5C) El pasado es del pasado, olvídalo, ¿puedes entenderlo? Ella quiere olvidarlo sin importar lo que cueste. Él dice que esa palabra no existe en su vocabulario. Los dos son lo suficientemente testarudos para no aceptar que jamás dejarán de...