—¿Qué?
Mi voz sonó tan ronca que, por un leve segundo, Dylan pareció un tanto nervioso.
—No puedo casarme contigo, cariño. Yo..
—¿Por qué?
La verdad, no lo decía porque me doliera que él se estuviese arrepintiendo. No, lo decía porque quería saber porqué hasta este momento él me está diciendo todo esto.
Seguía tensa. Mi cuerpo estaba fuera de órbita, pero yo seguía ahí de pie solamente para escucharlo hablar. Dylan trato de acercarse a mí, me alejé al instante poniendo mis manos frente a mí para que no me tocara.
—Sientate por favor. Estás muy pálida, no te encuentras bien, creo que...
Al final optó por rendirse, al menos que hablara, de mi no conseguiría nada.
—Dylan, ¿por qué? —repetí, poniéndome más ansiosa por una respuesta.
—En la clínica, el que tuvo que haberse ido fui yo y no él. Era su momento y lo arruiné —susurró, apartando la mirada de mí—. Ray estuvo ahí contigo y lo eché antes de que despertarás. Lo lamento yo solo..
—¡Basta! No lamentes nada.
Sentí otra punzada recorrerme el cuerpo. Suspiré. Tenía que relajarme un poco. Podía estar enojada. Podía simplemente no entender nada, sin embargo, estaba en espera y mi sentido común tenía muy en claro que yo tenía que relajarme.
—No voy a casarme contigo porque tu no mereces esto. Tú no eres feliz.
—Sí, lo era.
Era lo que me había esforzado en creer, es decir, que realmente no era algo seguro. Quizá mi mente inundando todo en cuestión de segundos. Era lo que creía hasta hace unos instantes.
—No, no lo eres, después del accidente una parte dentro de tí se rompió. Y no pienso ser destruyendote más.
—¿Por qué me dices esto ahora? —mis dientes rechinaron.
—No eres la misma desde el accidente, porque sabías que no volverías a saber de él. Incluso, porque sabes que quieres que sepa que tendrán un hijo. Y si hay algo que quiero más que nada, es que seas felíz, y solo lo serás con él.
Venga ya, que se deje de juegos. Estoy harta de oír eso. La felicidad es algo relativo. No son las personas, son los momentos. La felicidad no se basa en alguien y sobre todo, no se basaba en él.
—Dylan de verdad deja de jugar conmigo en este momento y dime qué rayos quieres decir.
Me estaba enojando demasiado. Hace muchísimo que no me sentía de esa forma. Estoy segura que estoy roja de la rabia. Mis manos ya no sudan, tiemblan.
—La única forma para que tú te dieras cuenta de lo que realmente sientes era poniéndote bajo presión. Y me arrepiento de ello, porque llegaste a un límite en el que ninguno te reconocía, ni yo logré hacerlo.
Tragué grueso sin decir nada, él continúo.
—Al principio, te amé muchísimo. Después llegó Ray y me di cuenta de que no había forma en la que yo superará eso. Porque iba más allá de la atracción, va más allá de todo. Porque siempre han sido ustedes —paso las manos por su cabello—. Todo lo que hice fue para que tú misma te dieras cuenta de que jamás dejarías de sentí cosas por él. Que vieras que no soy como él y que solo lo quieres a él.
«—Es decir, que jugué contigo, con tus sentimientos, emociones, actitudes y mucho me temo de que llegue muy lejos pensando en un futuro que nunca existirá. Que te quise, que te amé, pero que todo lo que hice fue para que tú misma te dieras cuenta de lo que sentías, que tu mismo corazón se negaba a tener a dos personas dentro. Que si no era Ray no sería nadie. ¿Cuántas veces te hiciste creer que me querías? Muchas, ¿realmente lo sentiste? No, nunca lo hiciste, porque no me quieres.
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RAY (#2 M5C)
Teen FictionRAY (#2 M5C) El pasado es del pasado, olvídalo, ¿puedes entenderlo? Ella quiere olvidarlo sin importar lo que cueste. Él dice que esa palabra no existe en su vocabulario. Los dos son lo suficientemente testarudos para no aceptar que jamás dejarán de...