Capitulo veintinueve

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Para salir del lugar tuve que ir empujando a las personas para, por lo menos llegar a la entrada y alejarme de ahí. Mi respiración estaba pesada pero no tanto como el presentimiento horrible que tenía en el pecho.

Cuando logré escabullirme del bullicio de personas. Respiré profundamente tratando de relajarme aunque fuese solo un poco.

No tenía que haber bailado con él. No tenía porque haber dejado que me besara. No podía ser tan imbécil como para dejar que todos me besaran de buenas a primeras.

Esto no está bien, nada sobre mí está bien.

—¡Sam!

Lo ignore, sintiendome mal por dentro. Al final no me aguante.

—¿Por qué me besaste? —susurré con el corazón en la boca—. Dijiste que querías ser mi amigo, dijiste que querías hacer las cosas bien, ¿no ves que nos alejamos cada vez más?

Se pasó las manos por el cabello y la cara, completamente nervioso de la rabia.

—Lo siento, lo siento. Cuando estoy contigo no logro contenerme, yo...

—Pues vas a tener que aprender a hacerlo —murmuré—. Tengo que irme. Lo siento.

Comencé a caminar alejándome de él cuándo volvió a tomarme del brazo. Me sacudí para que me soltara. No me sentía cómoda con esto.

—Yo te llevo. No te vayas sola.

Asentí y sin decir nada más caminamos hasta el auto que alquiló en el aeropuerto. Pegué mi cabeza al vidrio abrazándome a mi misma.

No podía creer que lo había hecho eso a Dylan.

No podía creerme que Ray me hubiese hecho eso. Después de todo, le pedí que hiciéramos las cosas bien.

Esto era lo que sabía que iba a suceder.

—No quiero que te enfades conmigo.

Negué con la cabeza. Aunque sabía que no tenía que hacer eso, también tenía en claro que no podía volver a separarme de él después de todo lo que habíamos progresado. Me importaba demasiado como para alejarme nuevamente.

—Entonces no compliques más las cosas, por favor —susurré—. Te quiero conmigo, porque no puedo imaginar una vida sin tí porque no estaría bien conmigo misma. Pero tampoco insistas más con lo mismo.

Aunque no me giré, sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo para no enojarse conmigo o al menos para entenderme. Él me quería y yo lo sabía.

Pero ya habíamos insistido muchas veces con lo mismo y siempre arrojaba el mismo resultado.

—Está bien —accedió al final.

***

Creo que yo estaba más nerviosa que Yess. Mientras que yo daba más de cinco vueltas en un minutos asegurándome de que todo estuviese en orden, ella se limitaba a reírse de mí muy descaradamente. Entendía que en un día así no se podía estar muy inquieto, sin embargo, no podías actuar como si nada te importara.

Y sabía que las cosas le importaban, lo tenía muy en claro. No obstante, al parecer yo era la que más inquieta del cuarteto. Nicole siempre me decía que me relajara, Yess había dejado hasta de estar al tanto de lo que yo hacía, y Ellie, pues ella se había tenido que aguantar muchas palabrerias de mi parte.

Cuando estoy nerviosa digo muchas cosas, incluso, suelto verdades.

La pobre chica roja de la rabia me dió la espalda mientras la apuntaba con mi dedo explicándome que la cola del vestido de ay hermana no podía tocar el suelo antes de la ceremonia. Su excusa fue "de igual forma se ensuciará". Sabía que tenía razón, sin embargo, no le daría la razón puesto que estaba paranoica.

RAY (#2 M5C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora