Capitulo veintisiete.

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Hola, corazones. Siento mucho la tardanza, pero a partir de mañana estoy completamente libre, es por eso, que les traigo un reto.
Si llegan a los cincuenta comentarios en este capítulo les actualizo antes del otro miércoles.
Esta en sus manos. Les prometo que será así, el otro capítulo es un poco intenso.
Sin más. ¡Lean, disfruten, voten y comenten!

RAY

—Entonces Dylan no va.

Ethan puso los ojos en blanco por décima vez.

—Que no va, para ya, Ray.

Sonreí como angelito.

—Vale, vale.

No iba a negar que estaba muy contento con dichosa noticia y que por eso no había dejado de preguntar si realmente sea cierto.

El moreno me miró en silencio por mucho rato mientras que yo le sonreía a la pantalla de mi celular apagado.

—¿Qué? —espeté.

—¿Qué tanto piensas? —quiso adivinar mis pensamientos—. Que tengas en claro, si Dylan no va, no significa que tienes barrera libre.

Hice una mueca.

—¿Por qué?

—¿Sabes por qué James dijo que él no iría? Porque para Sam es importante. Puesto que es la boda de su mejor amigo y supongo que querrá pasarlo con su novio.

Quise casi omitir lo último que él había dicho.

—Pero si su novio estará ahí, y dispuesto.

—Ray.

Suspiré, enojado. Me había quitado mi buen humor. Vale, lo sabía, yo no era su novio, sin embargo, me irritaba demasiado pensar que sí eran novios, aunque eso no estuviese confirmado.

—Tienes que entender que no hiciste nada al respecto y que la perdi…

—No la he perdido.

Puse una mueca.

—Como tú digas.

Y, así sin decir nada más o llevarme la contraria, salió del salón dejándome solo. Bueno, ni tanto porque al segundo la pelirroja hizo acto de presencia con una sonrisa del demonio. Lo cuál, solo significaba una cosa. Que algo estaba tramando.

Suspiré rascándome la ceja, estresado y ni siquiera había dicho una palabra.

—Ray, cielito, chico de los rulos, mi cuñado favorito..

—¿Qué pasa, Nicole?

Me miró, indignada. Alcé una ceja.

—¿Que va a pasar? Solo quiero charlar contigo —sonrió.

—Oh, claro. Y casualmente cada que me llamas así, es porque quieres algo.

La conocía. Sabía que era así. Siempre lo era. La última vez que lo hizo me envió a casa de Samantha con el niño, me dijo que hiciera lo que quisiera por allá. No me quejé ni tampoco rechiste. Al final sí quería ir.

Ella me ignoro sentandose a mi lado del sofá.

—¿Y bien, que tienes pensado?

—¿De qué? —espeté.

—De tu próxima jugada. En la boda claramente.

Me sonrió muy animada y yo no podía creerme que realmente este haciendo esto.

—¿De qué lado estás tú? —farfullé—. Hasta donde tengo entendido amas a Dylan.

—Lo sé, pero la verdad es que no tengo un bando específico. Solo quiero lo mejor para mí amiga. Si ella cree que es Dylan es él y ya. Sin embargo, para mí siempre serás tú.

RAY (#2 M5C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora