Capitulo treinta

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Voten comenten y disfruten mucho. Recuerden que los amo y que estoy atenta a todo lo que publican.



La buena noticia era que no estaba embarazada.

Debí haber apostado algo, sin embargo las caras de depresión y decepción de las chicas me dejaron muy confusa. Tanto, que las dos me quitaron la prueba de la mano para verificar una por una que la prueba efectivamente decía una sola rayita.

¿A qué venía eso? De todas formas no les pregunté, preferí hacer como que eso nunca había sucedido.

Y también, que me había quitado un gran peso de encima, el cual ni siquiera sabía que había adquirido. Al final, era la boda de mi mejor amigo, no el mejor momento para decir que estaba en espera.

Los siguientes minutos pasaron más estresantes de lo que pensé. Al principio del día la estresada era yo, ahora, era Yess, podía entrenderla ya estaba nerviosa. Así que cuando nos dejaron solas solo por unos minutos, me acerque a ella y le dije todo lo que jamás pensé decir en un momento así.

—Yess —susurré, se giró hacía mí—. Sé que estás nerviosa, respira, ¿vale? No sería muy indicado que no aparezcas por nervios, James podría venir por tí.

Eso la hizo sonreír por encima de la capa de nervios que la sostenía.

—Gracias —continúe—. Por ser esa razón por la que James le encuentra sentido a la vida, por ser la única persona que le hizo sentar cabeza. Y, gracias apoyarme siempre a mí. Ahora necesito que te relajes y que estés lista para decir que te casarás con una de las mejores personas de este libro.

Espera, ¿qué?

—¿Libro? —repitió.

—Tengo el leve presentimiento de que alguien nos maneja —me encogí de hombros—. No importa, en todo caso nosotros hacemos lo que queremos. En fin, ¡te casarás con James!

Le dí la mejor de mis sonrisas mientras la rodeaba en un gran abrazo, por un leve segundo, la sentí temblar junto a mí. Hice todo lo posible para que se relajara.

—Cuando te ví por primera vez tras la pantalla de James creí que te...no se, por alguna extraña razón no nos llevaríamos bien, ahora, sé que interrumpir su llamada fue lo mejor que pude haber hecho en mi vida.

Creo que ambas teníamos ese mismo presentimiento. Pero, como ya lo dije nosotros nunca hacemos lo que debemos, si no lo que queremos. ¿De qué vale cumplir las normas si no es lo que quieres?

Nos quedamos en un corto silencio en el que ella no dejaba de mirar su reflejo en el espejo, mientras yo estaba completamente segura de que se veía increíble y que sus nervios no dejaban que lo notara. También tome un segundo para mirarme a mí, me habían maquillado. No tanto, al menos no lo suficiente para hacer volar todo el equipo de cosméticos a la chica.

Y me peinado, por alguna extraña razón me gustaba verme más así que con el cabello suelto, como normalmente lo llevo siempre. Trataron de hacerme un trenzado por el lado izquierdo para que quedara delante de mí pecho, solo que por el corto de mi cabello ese intento fue descartado. Intentaron ponerme una pequeña corinilla de flores, tampoco quedaba bien. Al final, y un poco nerviosos del mismo resultado, optaron por simplemente hacerme corto recogido, del cuál salían pequeños mechones rebeldes de mi cabello, resultó que ese era el indicado.

Sentí la corta espina de la duda atravesarme, ¿que diría Dylan? No sabía por qué, solo que últimamente los cumplidos que él me daba hacía que no me sintiera incómoda conmigo misma.

Sin duda tenía que hablar con él.

Dí un corto respingo cuando la puerta volvió a abrirse y de ahí surgió Ellie, completamente cambiada, con una corta percha dónde venía el vestido de Yess.

RAY (#2 M5C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora