Capítulo 11.-«jealousy jealousy» Olivia Rodrigo.

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Demian me tuvo la suficiente confianza para darme la versión de lujo de su álbum, ya había escuchado un par de canciones de los hits que estaban sonando todo el tiempo en todo el mundo, pero el álbum completo fue una experiencia inmersiva y profun...

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Demian me tuvo la suficiente confianza para darme la versión de lujo de su álbum, ya había escuchado un par de canciones de los hits que estaban sonando todo el tiempo en todo el mundo, pero el álbum completo fue una experiencia inmersiva y profunda que me dejó con el corazón a carne viva por días. La caja de regalo era dorada con muchas decoraciones eclesiásticas y góticas, religiosas, que venía con el disco, y también uno de vinilo, además de varios regalos. Era asombroso. La portada era hermosa; era una fotografía de Demian semidesnudo con unas alas negras, en llamas, imitando la pintura de El Ángel Caído de Alexandre Cabanel, y un cielo azul con pocas nubes detrás. Si creía que era guapo, en esa fotografía no parecía de este mundo, estaba desnudo, sólo su pierna tapaba su... ya saben, y parecía que había hecho ejercicio, de verdad lucía maravilloso. No paré de escucharlo por días. Era adictivo, pegajoso, no tengo más palabras para describirlo que ARTE, con letras en mayúsculas. Demian hacía arte.

El día de la fiesta de estreno y lanzamiento del álbum de Demian me puse un vestido largo, negro con tejidos dorados con una apertura en la pierna, un escote cuadrado, y una corona dorada que simulaba un halo religioso, además de que me peinaron con rizos ligeros, porque el álbum era de temática religiosa, me maquillaron con lágrimas cayendo de mis mejillas, haciéndome parecer una virgen, y yo amé aquello. Me encantaban los vestidos, el maquillaje, la moda, y más aún cuando eran estrafalarios, siempre y cuando yo deseara vestirme así y no por el idiota de Owen.

Hacía días que no hablaba con Demian o iba a la disquera y me lo topaba, porque sentía que me faltaban las palabras correctas que decirle sobre su álbum. No sabía cómo abarcar todo lo que me había hecho sentir de una forma adecuada y completa, así que no dije nada.

Al llegar al lugar en donde se festejaría, vi que habían algunos paparazzis afuera, así que le sonreí a Owen con emoción y él me ignoró, estaba nervioso por ver a Demian, que no lo había invitado porque realmente quisiera que estuviera ahí, sino porque Owen había sido uno de los productores y era prácticamente obligatorio que estuviese ahí. 

Al bajar de la limusina le di la mano a Owen,  sonreí y saludé a los paparazzi, después entramos y subimos al último piso del edificio, la fiesta era en todo el piso, todo estaba medio oscuro y tenía luces rojas iluminándolo, las mesas eran negras, y había un escenario que parecía estar prendiéndose en llamas. El concepto era súper religioso, de Demian empezando como un ángel, sin pecar, y después cayendo al infierno, como lucifer, pero no por retar a Dios y creerse superior, sino por enamorarse, de Amelia, y así caía en desgracia. Aunque claro, nunca dijo que era Amelia, se suponía que era un mensaje en código, algo que descifrar, aunque todo el mundo lo sabía. Todos.

ESTÁBAMOS CONDENADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora