Capítulo 38.-«Never Tear Us Apart» INXS.

132 7 6
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tras volver a casa, comimos y convivimos un rato con Ana, Dorian, Aaron, Brianna y Noah

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tras volver a casa, comimos y convivimos un rato con Ana, Dorian, Aaron, Brianna y Noah. Y Noah parecía la persona más escéptica respecto a nuestra relación, y me lo dijo aquella misma noche después de reír y hablar con Demian en la terraza, colándose en mi habitación cuando yo estaba a punto de dormir:

—Son el titanic, Gigi, de verdad, ten cuidado, porque están condenados a chocar contra el puto iceberg y hundirse—yo obviamente no le hice ni puto caso, y lo ataqué de la misma forma o peor.

—¿Por qué haces esto, Noah? ¿Por qué te aferras a hundirme y hacerme infeliz?—inquirí molesta—¿Por qué no has traído a Cahya al país e intentas, por una vez, concentrarte en ti y no en mí?,¿Qué esperas, si ya eres libre?—él se tapó la cara, frustrado.

—Cahya se casó con otro, ¿Ok? Ella se casó—eso me dejó fuera de juego, lo miré algo arrepentida y me toqué la cara, nerviosa.

—¿Por qué no te esperó?

—¿Cinco años esperándome?—se rio, sentándose en el pie de mi cama—Nadie esperaría tanto.

—Yo lo haría, si te amara de verdad, yo lo haría—afirmé—Ella no te amaba de verdad, no como tú a ella.

—Dudo mucho que yo la hubiese amado de verdad—admitió—Creo que tenías razón, yo... yo me aferré a ella porque mis padres no la aceptaban y me recordaba a una época mejor—suspiró, dejándose caer sobre mi cama y yo acaricié su cabello, con suavidad— Te odié mucho por decírmelo aquella vez, te maldije muchísimo, eras una puta niña dándome lecciones de vida, pero tenías razón, y duele porque eres la persona más estúpida que me he topado en la vida—jalé uno de sus mechones y él se rio, pasando su mano por una de mis pantorrillas desnudas.

—Somos amigos, ¿Verdad?—le pregunté y él asintió.

—Aunque duela admitirlo, sí, eres la única amiga que tengo.

—Y tú el mío. Amy no cuenta—asintió—¿Crees que debería hablarle, después de que se vaya a casar con la insípida de Isabella? 

—¿Insípida? 

ESTÁBAMOS CONDENADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora