Después de años de silencio y de esconderse del ojo público, la estrella pop Gigi Wilde decide salir a la luz a contar su verdad respecto a su fama y las relaciones que marcaron su vida, principalmente su relación con el hombre más famoso del mundo;...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No, no fui a la policía.
Y no, no denuncié, porque todo fue a propósito... o bueno, casi todo.
Estaba harta de seguir ligada a Owen de forma legal. Mi apellido ya no era Lennox, pero aún la gente me ligaba a él, y yo misma me ligaba a él.
Quería cortar la raíz, romper aquellas espinas que me enredaban el cuerpo y se enterraban en mí. Terminar con todo.
Fui a su casa con la intención de que me golpeara. Fui a provocarlo para extorsionarlo, tenía pruebas, fotos, incluso testigos, como la chica que estaba con él y había visto todo. Le pagué para testificar con la verdad, ella aceptó. Si Owen no firmaba el divorcio, lo denunciaría, y quizá no pasaría toda su vida o más de un par de años en prisión, pero para eso tenía que desembolsar mucho dinero y yo haría de su vida un puto infierno.
Incluso tenía en mi cabeza el guion de lo que diría en la corte, cómo me vestiría, cómo me peinaría.
Mi testimonio ante el jurado, mi vestido azul cielo, mi coleta baja, mi cara apenas con maquillaje, para parecer más joven y vulnerable. Una víctima, para declarar la verdad y nada más que la verdad.
"Mi nombre es Ada Giselle Wilde. Me casé con Owen Lennox a la edad de 18 años, dos meses después de cumplirlos, pero lo conocí unas semanas después de cumplir los 17 años.
Me hizo firmar un contrato falso, pues yo aún era menor de edad cuando me uní a su disquera, me prometió poner mi nombre en el paseo de la fama, esperó pacientemente hasta que cumpliese los 18 años, cometiendo estupro y se aprovechó de mi vulnerabilidad, mi edad, mi pobreza, y de su posición como mi jefe y dueño de la disquera en la que yo trabajaba. Me alimentó y acobijó a cambio de sexo, además de pasearme por bares, drogándome y haciéndome beber de manera ilegal.
Me propuso matrimonio tan sólo dos meses después, prometiéndome grabar mi álbum y amarme, y lo único que cumplió fue grabar un vídeo de él teniendo relaciones sexuales conmigo en nuestra luna de miel, sin mi consentimiento.
Me mudé a su casa en Agosto del 2018, totalmente deslumbrada por su estilo de vida y su hogar, en donde no sabría que en los próximos 5 años sería encerrada, golpeada y violada en repetidas ocasiones durante todo mi matrimonio con él.