Cuando salieron del agua se habían dirigido al Jeep, Juls le había prestado su chamarra a Valentina para que no tuviera tanto frio. Su cita había concluido e iban de regreso a casa.
V: estoy todo empapada, esto me pasa por seguirte en tus locuras.
J: pero si nos la pasamos muy bien. - dijo viéndola confundida.
V: si pero ya se acabó la diversión y ahora me estoy lamentando.
J: tranquila, ya casi llegamos. - habló concentrada en el camino.
Val la miró y vió que tenía una parte de cabello que le estorbaba un poco, así que lo acomodó detrás de su oreja, la mayor la miró y le sonrió. La castaña le pidió su mano para entrelazarlas y la morena así lo hizo.
Cuando llegaron a la casa vieron que todas las luces estaban apagadas menos la de la cocina y suponían que alguien estaba revisando que podría cenar.
Entraron y vieron a Wendy muy entretenida con un plato de cereal.
J: ¿Comiendo a estas horas de la noche?. - dijo eso causando que Wen se sobresaltara.
W: Juli, me asustas estúpida. - habló con la mano en su pecho por el susto que había tenido. La ojiazul no pudo evitar reírse de la situación, ver a su mejor amiga asustarse le causó mucha gracia.
J: upsss... No fue mí intención. - dijo con sarcasmo.
W: ajá... ¿Que tal les fue en su primera cita, tortolitas?.
V: pues que te dijo Wen, me hizo meterme al mar y ahora estamos todas mojadas.
W: mmmh... Muy mala idea Julianita, ya la espantaste.
J: no lo creo. - habló con superioridad.
W: yo creo que si, pobre de Valentina viene con frío.
J: le presté mi chamarra. - respondió levantando sus hombros.
V: ustedes sigan peleando, yo iré a cambiarme de ropa. - dijo dirigiéndose a su habitación.
J: bueno... Voy con ella. - habló llendo detrás de ella, pero Wendy la tomó del brazo y la atrajo hacia ella.
W: no tan rápido, antes tengo que hablar contigo.
J: hablamos luego de que me cambie, tengo frío.
W: no, es ahora. Siéntate. - palmó la silla que estaba al lado de ella.
J: te noto medio rara y eso me da miedo.
W: solo quiero que entiendas una cosa, si lastimas a Valentina... Me veré en la terrible y desafortunada ocasión de tener que hacer lo mismo contigo.
J: ¡Oye! Tranquila, mis intenciones con Val no son esas.
W: bueno... Ya estás advertida.
J: ya lo estoy. - respondió levantando sus manos en son de paz. - ¿Ya me puedo ir a cambiar?.
W: si.
Juliana subió corriendo las escaleras para ir a su habitación, cuando llegó encontró a la menor sentada en la cama viendo hacía la puerta.
J: hola. - la saludó con la mano.
V: hola. - le sonrió.
J: que frío. - dijo abrazándose a sí misma.
V: ¿Te caliento?. - habló riendo.
J: si claro... - respondió con sarcasmo.
V: ya cambiate mejor.