Capitulo 40

701 72 5
                                    

Díez meses después.

Cómo habían dicho Juls y Valentina... Habían intentado vivir juntas y les había funcionado de manera correcta, obviamente no todo era color de rosa, tenían peleas, pero mayormente eran por problemas pequeños, como el; "¿Donde dejaste mis zapatos?" O el "¿Por qué dejaste la pasta de dientes destapada?". Cosas en las que no se podía estar al cien por ciento de acuerdo, pero la mejor parte de aquellas peleas era la reconciliación, aquel momento en el que se besaban pidiendo el perdón de la otra o incluso llegaban a hacer el amor si se necesitaba más que un beso.

Diez meses viviendo juntas y parecía que era el primer día que Val se quedaba a dormir con ella, no había una rutina como creyeron que sería, siempre había algo nuevo que hacer, que la morena invitara a la castaña a cenar en su restaurante favorito o que la menor invitara a la artista a algún bar o antro, las dos tenían roles distintos en su relación y eso las complementaba.

Justo lo que la mayor había planeado para su novia... Una cena romántica, pero esta cena no era cualquier cena, esta vez sería muy especial porque Juliana tenía planeado pedirle matrimonio a Valentina, algo que las dos añoraban, Juls había guardado aquel secreto durante cinco meses, que era lo que llevaba ahorrando para el anillo de compromiso.

Tal vez sería muy pronto para el compromiso en su relación, pero la realidad es que cuando estás locamente enamorada de alguien no tienes límites para demostrar tus sentimientos y quieres expresarlos de alguna u otra forma, y eso es lo que justamente le pasa a la artista, quería demostrarle a Val que la ama y que la quiere a su lado el resto de su vida.

En esos momentos la ojiazul iba directo al lugar de la cena, iba un poco tarde pero es que había tenido una sesión de fotos y no tuvo la oportunidad de salir antes de su trabajo. Al estar dentro del restaurante la guiaron hasta donde la artista estaba.

J: bien venida a su cena, señorita. - dijo imitando una voz muy elegante y eso causó que Valentina riera.

V: no cambias, Juls. - se acercó a ella para abrazarla por el cuello y unir sus labios en un apasionado beso.

J: tenía muchas ganas de probar tus labios. - habló al separarse de ella y se acercó a la silla de Val para retirarla, la castaña entendió el mensaje y se sentó en la silla.

V: gracias, amor. - al igual que ella la morena se sentó en su silla.

J: ¿Que tal te fue en la sesión de fotos?.

V: de maravilla, a el fotógrafo le encantó mí creatividad. - dijo con una sonrisa en sus labios.

J: es que tu naciste para ser modelo.

V: gracias... - habló sonrojada y tomó un bocado de su comida.

La cena siguió tranquila, la artista le contó sobre como había avanzado con los cuadros que una familia le había pedido que hiciera. A la mayor le causaba un poco de gracia ver cómo la cena avanzaba y solo ella sabía el motivo por el cual se encontraban ahí, la menor no se imaginaba lo que vendría en ese momento. Al ver qué las dos habían terminado de cenar tomó valentía y se paró de su silla, vió la mirada de confución de la ojiazul y Juliana tan solo le sonrió, se acercó a ella sacó de su chaqueta una cajita color negra y se arrodilló frente a ella, abriendo la cajita y dejando ver un anillo con un lindo diamante en su centro.

V: Juls... - el semblante de Valentina había cambiado de confundida a sorprendida. Juls se aclaró la garganta y prosiguió a hablar.

J: yo... Mmmh... - estaba nerviosa y solo veía como su mano no dejaba de temblarle. - quiero que de verdad pasemos el resto de nuestros días juntas. - levantó su mirada color café hacía los ojos más hermosos que haya visto en su vida. - quiero estar a tu lado hasta ser anciana y que no podamos movernos de nuestra cama, estar al lado de ti toda la vida es mí meta a largo plazo... Es la única meta que de verdad ansío cumplir. Quiero ver tus ojitos azules todos los días de mí vida y tu sonrisa preciosa, jamás me cansaría de tu sonrisa, me encanta cuando soy la causante de esa bella sonrisa... - notó como los labios de la castaña formaban una pequeña sonrisa. - y es que no me veo haciendo esto con otra persona, no me imagino estando en el altar con otra mujer que no seas tu, por eso mismo te lo pregunto ahora... ¿Tu... Te vez con otra persona que no sea yo en el altar?. - los ojos de la menor estaban a punto de soltar lágrimas.

V: claro que no, cada que lo imagino te veo a ti y a mí bailando en la pista de baile al final de nuestra boda.

J: entonces... Valentina Carvajal ¿Te quieres casar conmigo?.

V: ¡si!, No hay nada que quiera más en la vida que el estar contigo para toda la vida. - la morena soltó el aire que tenía retenido y tomó aún con sus temblorosas manos el anillo, la ojiazul le mostró su mano para que lo pusiera en su dedo y así lo hizo.

J: te queda perfecto. - dijo admirando la linda mano de su castaña y poniéndose de pié.

V: lo sé. - habló viendo también su mano. - y es aún más hermoso porque me casaré con alguien como tú.

J: siempre se te sale lo coqueta.

V: no me vas a negar que te encanta que sea así.

J: no lo voy a negar, prometida mía.

V: vámonos de aquí, tal vez debamos ir a alguna otra parte para festejar que pronto nos casaremos. - dijo parándose de su silla y tomando la mano de la mayor para guiarla hacía afuera del restaurante, no sin antes pagar la cuenta.

Subieron al auto de Valentina y salieron directo a su casa, tenían que festejar el gran momento que estaban viviendo en sus vidas y no había nada mejor que hacer el amor para demostrarse todos aquellos sentimientos que tenían dentro de su corazón.

_________________________________________

Gracias por leer y votar!

A Pesar De TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora