Epílogo.

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    Sus uñas se enterraron con desesperación en el cabello de Namjoon y sus intentos de hundirse más sobre el colchón y las sábanas la desesperaron todavía más. Una oleada de excitación y cosquilleos tras otra sobre su centro, húmedo y estimulado. Jadeaba impúdica y le costaba mantener los ojos abiertos. Las manos de su novio le envolvían los muslos y la inmovilizaban bajo su boca, su tronco no dejaba de moverse, mas las caderas se mantenían fijas a la merced de los deseos y ambición de Namjoon. Gimió y esperó porque no le quedara mucho tiempo, cada vez los roces de su lengua se sentían más intensos, cada vez todo se mojaba más y se volvía más estrecho en su interior.
    El contrario se negaba a ralentizar su labor, moría por reafirmarse a sí mismo sobre sus capacidades de complacer sexualmente, y por tener la satisfacción de provocarle un orgasmo a su amada novia, que lo volvía loco de muchas otras formas. Apretó los dedos alrededor de sus temblorosas piernas, sin mostrar atisbos de cansancio o incomodidad por los largos minutos que llevaba con la lengua sobre los labios vaginales de Gea. Echó un suspiro después de sentir todo estremecerse bajo sus labios y mentón, sintió pálpitos y a la par vinieron gemidos ahogados. Y tuvo que ignorar el pinchazo en su entrepierna que le ocasionó la imagen mental de su novia exhausta entre sus brazos después de haberle comido. Estaría despeinada, sudada y sensible una vez subiera en la cama para envolverla en sus cobijas, dejarla durmiendo con la leve incomodidad de tener los muslos pegajosos y que cuando se despertara probablemente la boca le sabría a semen todavía.
    El orgasmo de Gea llegó y se incrementó con el morbo que le ocasionó la sonrisa de Namjoon contra sus pliegues, ansioso de hacerla venir y de beberse su excitación hecha líquido blancuzco. Las piernas se le entumecieron a la vez que sentía a su sexo pedir clemencia a las atenciones del surcoreano. Jaloneó levemente su cabello y esperó por que los espasmos acabaran tras la mejor ronda de sexo oral que había tenido en su vida.

—Sí...—suspiró Namjoon contra su clítoris, bajando la boca hasta donde se desbordaba en complacencia, cuidando que no se desperdiciara nada y ser rápido para que su novia al fin pudiera descansar.

    Gea se cubría el enrojecido y sudado rostro con los brazos, mientras esperaba por tranquilizar su respiración. Namjoon se levantó del piso y la observó unos segundos, estaba luciendo sus rojos pezones entre el blanco de las sábanas y enmarcados por el cabello oscuro desordenado, se mordió el labio al verla tan exhausta y acalorada en su cama, donde la dejaría dormida debido a que tenía que ir a ensayar pronto. Tomó su ligero cuerpo, sin que Gea lograse tan siquiera decirle algo en el proceso, la acomodó bien sobre las almohadas y cobijas, ella no hizo más que echar suspiros tranquilos que reflejaban que estaba cansada y satisfecha en partes iguales.

—Mi amor—la llamó con cariño, para acercarse y dejarle un beso en el brazo— iré a bañarme, descansa y quédate cuánto desees. Hoy saldré tarde.

—Está bien—ronroneó mimosa, se durmió poco después.

    Namjoon no tardó nada en entrar a la ducha debido a su desnudez y se aseó y deshizo de los fluidos en su cuerpo con una sonrisa tonta en los labios al no dejar de pensar que la mujer que amaba estaba durmiendo en su cama, después de una ronda de sexo preciosa. Pasó sus manos por su rostro una vez recordó lo mucho que le encantaría quedarse con ella el resto del día, ya tendría tiempo para eso, por el momento su atención debía estar en las premiaciones que se avecinaban. Ese día llegaría a la sala de prácticas y se reiría espontáneamente a recordar a Gea durmiendo en su casa.

    Saliendo del edificio junto a su madre. Se escondió tras el cubre bocas y los lentes de sol, caminando hacia el auto, marcó el número de su novio en una magistral maniobra, debido a que llevaba las manos ocupadas.

—Nam,—habló al escuchar que contestaba la llamada— acabo de salir del doctor.

—Oh, ¿qué te dijo, está todo en orden?

𝗦[𝗘]𝗢𝗨𝗟𝗘𝗗 | Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora