Outtake #1. 7 de febrero de 2020

110 9 4
                                    

   ¿A dónde iban a parar las preguntas sin respuesta?
   A donde fuera, el amor de Gea Saavedra y Min Yoongi, lo haría en un lugar mejor, un precioso Edén espera por esa historia de amor que no pudo ser. Todos los secretos, caricias y compromisos denegados descansarán por el resto de la eternidad en un completo paraíso, donde no existan las fronteras o los contratiempos y puedan construir todo lo que se les negó en esa vida, porque eso se merecen tales amantes frustrados como lo eran Gea y Yoongi.
La piel de ambos habría contrastado de forma armoniosa, sus caracteres los habrían llevado a una relación duradera, de esas que llegan a la adultez, habrían discutido la idea de traer seres al mundo en la terraza de su hogar, tarde, con oro alrededor de los dedos anulares y ganas de entregarse todo lo que les quedara por entregarle al otro a esas alturas, él habría sostenido el alma de la latinoamericana entre sus brazos y empeñado su vida en cuidarla y tratarla como un la más valiosa joya, le dedicaría su último aliento, para pasar a otro plano, incluso ahí, él la cuidaría.
Sin embargo, en esa realidad no sería posible, nunca saldría de sus bocas un "te amo" con una connotación más allá que la de una buena amistad, él nunca la vería desnuda, ni conocería la encarnación de sus rasgos mezclados con los de ella, no vivirían nunca en la misma casa, era una pena.
   Son simples amigos, sin embargo todavía yace dentro de ambos un débil hilo que les haría caer por el otro de forma poética e irremediable, pero en esa ocasión, dejarían ese hilo en su lugar y nunca más volverían a contemplar su existencia.  Gea se conoce, y sabe que su corazón pudo llevar el nombre del rubio frente a sus ojos sin el mayor esfuerzo, era su tipo, lucía como alguien a quién podía acudir como refugio, una compañía magnifica, también se preguntó el como sería hacerle frente al mundo tomada de la mano de Min Yoongi, su mente no evitó enviarle a la mente imágenes preciosas de un hogar bien decorado, una vida tranquila y risas de niños, pero los puestos ya han sido asignados y en esa ocasión, no serían el amor de la vida del otro.
   En realidad, él estaba a tiempo, podía tomarle de la mano y pedirle una oportunidad, sin embargo, el surcoreano igualmente reconoce que esa preciosa mujer que admiraban en ese momento sus ojos, ya le pertenecía a alguien más, y ese alguien más no era un hombre cualquiera, quedaba en buenas manos, estaba tranquilo con eso.
  Ambos seguirían sus vidas con normalidad, Yoongi amaba a Namjoon como a un hermano, y por su mente nunca pasaría el mínimo ápice de envidia ni buscaría nunca perjudicarlo, Gea tampoco se agobiaría, le tenia mucho cariño y respeto al mayor, no tenía más que buenos deseos para él, en todos los sentidos.
   No se habían tomado, ni siquiera estuvieron cerca de, pero eso no les impidió dejarse ir.
   Esperaban verse pronto, en otras pieles, con otros nombres y en otros tiempos, pero que no quedara pendiente ese amor volátil que en esta ocasión les fue negado, y les condenó a simplemente quedar como amigos.

  








Cuando intentaba retratar el pequeño crush de Yoongi hacia Gea, surgió esto, que si bien me parece bonito, es demasiado dramático para lo que quería para ellos. En realidad, el crush de Yoongi hacia Gea es un detalle en la historia, algo fugaz y bienintencionado que hubiese sido precioso, pero que tampoco significa una catástrofe al no haber ocurrido. Entonces este fragmento quedó descartado con los otros que tengo por ahí.
Seouled cumplió dos años hace casi seis meses y me aturde pensarlo.
Gracias por leer este pedacito de potencial.
Estaré de vuelta más pronto de lo que creen!

𝗦[𝗘]𝗢𝗨𝗟𝗘𝗗 | Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora