Extra II

115 10 1
                                    

Maknaes de viaje

Serían cerca de las dos de la mañana, al momento del principio de aquella locura que estaban por cometer. Los rodines de las maletas sonaron por toda la pista junto a las pesadas botas que llevaban, sus figuras más delgadas de lo normal gracias a la falta de color en sus atuendos, los abrumaban unas fuertísimas ganas de reír. A esa hora solo existía una plena oscuridad que ocasionaba que las luces del jet brillaran con más intensidad que de costumbre.

—¿Por qué hacemos silencio?

—Puede que nos escuchen desde aquí—dijo Taehyung.

Estaban en el aeropuerto de Incheon. Caminando si acaso cincuenta metros del auto al jet.

—¿Seguros de que no le dijeron a nadie?

—Me voy a vomitar.

—Cállense, cállense—se reía Jungkook.

Jimin subió al transporte aéreo con una sonrisa de complicidad apretada entre los labios, saludó al copiloto y comenzó a acomodar las maletas. Detrás de él subieron Gea y Jungkook abrazándose para entrar en calor. Las azafatas los recibieron con amabilidad. Conversaron unos minutos con el ya conocido y apreciado piloto de la familia, les ofrecieron copas de champaña. Hubiese sido un vuelo paradisiaco de no ser porque prácticamente se habían escapado. De sus parejas, del trabajo, de la ciudad que los cuidaba.
Taehyung se mordía los labios en un pobre intento de contener una risa, los otros tres repartidos en los asientos de piel estaban en una situación similar, algunos un poco más nerviosos y preocupados.

—Nos. Van. A. Matar.

—¡Cállate! Atraes mala vibra—lo regañó Gea.

—Cuando regresemos vamos a tener la ropa en bolsas—Jungkook se echó hacia atrás.

—Vamos a estar bien—llamó a la calma
la única mujer de los cuatro.

—Entenderán que nos merecíamos esto—comenzó Jimin—. No será lo mismo una vez Gea y Namjoon se casen, nos merecemos este último viaje juntos.

—Sí, tienes razón...

Los cuatro miraron sus celulares sobre la mesita que dividía los pares de sillones, aun nerviosos.

—¿Y si se enojan más por la lejanía?

—Esta vez nos pasamos...—se rió Jimin cubriéndose el rostro con una mano.

—Esta vez sí le va a dar un infarto a Namjoon—sollozó Gea.

—Es solo una semana—suspiró Taehyung.

—¿Creen que ya se hayan dado cuenta de que no estamos?—preguntó Jungkook.

—Nos fuimos hace apenas tres horas—dijo Jimin—, puede que todavía piensen que estamos cenando.

—¿Qué dijiste?—Gea se dirigió a Jungkook.

Se encogió de hombros—. Que saldría a cenar con ustedes a la torre de siempre.

—Yo salí con Jimin del apartamento de Namjoon y dijimos que iríamos a tomarnos unos tragos.

Taehyung no dejaba de reír.

𝗦[𝗘]𝗢𝗨𝗟𝗘𝗗 | Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora