𝗦[𝗘]𝗢𝗨𝗟𝗘𝗗 | Kim Namjoon

다섯

   El miércoles en la tarde, Gea está sentada en su habitación junto a HaeRim y BaDa, con los uniformes desarreglados, mascarillas y cremas regadas por toda la habitación, las tres chicas disfrutan de la situación, ríen al hacer contacto visual entre ellas, dado a las capas de tela blanca que yacen sobre sus rostros, la foránea reacciona a las extrañas sensaciones del frío, viscoso material sobre su piel, con las dos coreanas esperando por los resultados que tendrá sobre la piel de su amiga.

—¿Tienes piel seca, mixta o grasa?—HaeRim sostiene las lindas bolsitas de sueros entre sus arregladas manos.

—Mixta.—contesta Gea en una mueca.

—Okay.

—Gea-ssi, ¿acaso nunca sales de tu casa? Este condominio es muy bonito.—BaDa yacía al lado de la ventana, que alzando la vista podía ver los edificios de la propiedad.

—A veces, con mis mascotas.—Menciona ella con simpleza, retirándose la máscara y tocando de forma juiciosa su rostro.

—No vi perros al entrar.—Añade HaeRim extrañada.

—Lucas y Samuel.—Suelta ella con obviedad.

   Una vez las muchachas de ojos rasgados han cesado sus risitas por el odioso comentario de Gea, la más bajita del grupito exclama:—¡Escuchemos Kpop!
  
—¡Pon el trailer del comeback de Bangtan!—BaDa le apoya la idea con emoción.

   Todas vuelven a estar sentadas sobre las bonitas sábanas de Gea. HaeRim toma el control del moderno televisor y en unos pocos segundos empieza a correr el video de un joven en un pasillo, Gea presta atención, escucha con recelo la letra, no evita sentirse sorprendida por la calidad artística ante sus ojos, también capta su atención el arnés de Dior que el castaño claro portaba en una de las escenas.

—Qué chico tan lindo—comenta la extranjera una vez el video ha concluido.

   Las dos coreanas le miran con ojos de acuerdo, también de complacencia al notar como el video fue del gusto de su nueva amiga.

   El reproductor automático de YouTube empieza a correr, los segundos se vencen, reza en la pantalla el titulo BTS (방탄소년단) DNA Official MV. Gea no deja de sentir curiosidad hacia ese grupo, el video anterior había sido de su agrado, también comenzaba a aceptar que tarde o temprano tendría conocimiento sobre quiénes eran Bangtan Sonyeondan, eran los embajadores del turismo en Seúl, sus rostros estaban estampados hasta en el transporte público, pero la latinoamericana solo veía prendas coloridas y cabellos de colores cada que uno de esos autobuses se cruzaban por su campo de visión, otro efecto colateral del eterno berrinche en el que se basaba su vida en Asia.
   Nuevamente, una exquisita obra audiovisual deleita los sentidos de la castaña oscura, presta atención al ritmo, alaba la sincronización de los chicos al bailar esa movida pieza, en dos de los integrantes encuentra familiaridad, sus rasgos le traen recuerdos, desde que notó a un determinado integrante de la agrupación empezó a sentirse el doble de curiosa hacia esos chicos, su mente tiene unos cortos momentos de pánico, en donde rebusca desesperadamente por su mente en qué momento de su vida coincidió con alguna de esas personas, en su cabeza le modifica el color del cabello a uno de los raperos del video, las piezas comienzan a encajar, el rostro se le desfigura en una expresión de terror, el impacto que había sufrido era algo digno de una migraña para el resto de la tarde, una vez concluye, Gea mira a sus amigas con una interminable lista de preguntas por hacer.

—Esos chicos...—rompe el silencio tranquilo con una voz cómica.

—¿Qué con ellos, Gea-ssi?

—¿Los idols viven en Seúl, cierto?—Ella cuestiona, sabe que de no usar las palabras correctas quedará como paciente de esquizofrenia frente a sus amigas.