𝗦[𝗘]𝗢𝗨𝗟𝗘𝗗 | Kim Namjoon

넷

   El lunes por la mañana, se cumple una semana de la entrada de los tres hermanos a la YISS.
En el caso de Samuel, en ese corto tiempo había logrado formar un extenso círculo social, estaba en boca de todos sus compañeros, también en la de los chicos de los cursos menores, Gea podía notar cómo algunas de sus compañeras le miraban disimuladamente durante los descansos, esto no hacía más que darle gracia.
   Por otro lado, su clase de literatura fue interrumpida por una eufórica voz, una de sus compañeras exclamó:

—¡Bangtan Sonyeondan hará comeback!

   En ese momento todos los presentes empiezan a soltar grititos de emoción, algunos sostienen unos extraños llaveros de peluches, otros tienen pequeñas bolsas de esos mismos personajes, la escena no logra no hacérsele ridícula a la extrajera.

—¿BTS?—Gea mira a su izquierda, con una mueca de confusión, donde se encontraba BaDa observando el caos silenciosamente.—¿En qué momento se fueron?

—Nunca, solo que así se le llama cuando lanzan nueva música.

—Qué constante decepción.—Gea habla con una risilla, si bien había escuchado algunos artistas de Kpop y algunas de las canciones le habían agradado, la industria cada vez le salía con más cosas que a su parecer eran ridículas.

   BaDa le devuelve la risa, ambas eran de un humor ácido, les gustaba quejarse y de vez en cuando escupir cianuro hacia algún hecho que les pareciera innecesario o simplemente estúpido.

—¿Acaso no has visto ningún video de ellos?—pregunta MunSang detrás de ella, uniéndose a la conversación.

—Los he escuchado nada más, suenan por literalmente cualquier lugar de Seúl.—justificó ella con un poco de fastidio.

—¿Eso es todo?—vuelve a cuestionar su compañero.

—Bueno, BaDa-ssi me enseñó un álbum de un integrante de EXO.—Comenta la foránea girando su cuello hacia su compañero de clase.

—BaDa-yah es fina, sí, estás en buenas manos.

   Gea esboza una pequeña sonrisa, mientras que la pelinegra, que había estado pendiente a la conversación le sonríe levemente a su querido MunSang. Al parecer esos dos llevaban una relación casi de hermanos.
   El día escolar sigue corriendo, Gea estaba sentada en un sillón de uno de los lobbies del colegio en compañía de varios chicos de su clase, estos veían una coreografía de Twice desde uno de los televisores que la sala tenía, a pesar de estar divertida ante la situación de ver a sus compañeros zambullidos en el papel de idols, se encontraba un tanto ajena a su exterior.

—¡Gea-ssi, acompáñame al Deli!—So HaeRim exclamó, después de haber caído a su lado en el sillón cuando hubo terminado de bailar al ritmo de una canción de Kpop.
   La castaña solo asintió, bajando sus pies del sillón y colocándose tranquilamente los zapatos.
   Ambas adolescentes caminan a paso relajado por los iluminados pasillos de la Yongsan International, a pesar de esto logra percibirse la diferencia entre las dos chicas, porque HaeRim caminaba como una legítima princesa, derrochaba carisma y servicialidad, tenía una impecable cabellera castaño claro, justo en el tono que le encantaba a Corea del Sur, Gea también tenía un cabello perfecto, no era menos amable que HaeRim, sin embargo, no era ni la mitad de parlanchina que su compañera.

—¡Tenemos que reunirnos!—le dice la chica cuando se han acercado a la tienda de chucherías de su colegio. Gea era consciente de los intentos de la coreana en integrarla al grupo, lo había notado desde el primer día, lo cual ella no podía hacer mas que agradecer—Todavía no has conocido los productos de belleza coreanos, le diré a BaDa-yah, estará encantada, voy a enseñarte mis mascarillas favoritas.