스물일곱

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    Suspira bajo la mascarilla negra, recostada al hombro de su hermano menor. Próximo a rebasarla en estatura, recibiéndole el peso sin complicaciones, consiente de que su hermana mayor sigue medio dormida en la entrada del condominio por la mañana esperando el transporte.
    Gea entrecierra los ojos, aspirando el aroma amaderado de Lucas y apreciando la poca oscuridad que permanecía para esa hora.

—Es mejor Hércules.

—Estás imbécil, Lucas.

—Una puta película para niños introductoria a la mitología griega, Samuel.

—Cuando te toque aprenderte quién se coge a quién en el Olimpo para un examen, Hades va a dejar de parecerte gracioso.

—Estoy preparado, sé de tu vida sexual y de la de Gea.

—¡Lucas!—le reclaman ambos.

—Tu sigue durmiendo—el menor la mira con el rabillo del ojo recostada a su hombro.

—No te niego que sea interesante, lo es—Samuel mantiene una mano en una de las correas de la mochila—. No solamente entre la mitología, los griegos eran unas mentes para el arte y la literatura. Me encantan los yambos, poesía épica y todo ese rollo, solamente que, mierda, Lucas, el tema es demasiado extenso, quiérete un poco.

—¿Acaso no te gustaría andar por la vida echándole la culpa de tus desgracias a los dioses, a como lo hacían ellos?

    El mayor de los hermanos rió admitiendo:—Sí, bueno, eso lo acepto, sería divertido.

—¡Oh, mierda, soy feo, Afrodita hijueputa!

—Oye, Dionisio, que me tomé todo el vino, entonces ya sabes eh—chasquea los dedos—te quiero ver produciendo, hijo de puta.

—Morfeo, ¿dónde estás, Morfeo?—murmura Gea y se retira perezosamente la mascarilla.

—¿Gea, Gea está necesitada de la presencia de un dios?—se burla Samuel.

—Se te cayó la máscara.

—Ojalá fuera la legítima Gea, estaría junto a mi Urano siendo inmortales y no aquí esperando el bus.

—Yo me conformaría con ser Hermes, sería el primero en saberme los chismes, y por nada del mundo sería un dios—opina Samuel.

—Qué estresante ser un dios y tener que lidiar con esos hermanos dolor de huevos.

—Con ser Apolo, en plan chill sin molestar a nadie—se encoge de hombros Lucas—. Eros es buen candidato también, hijo de madre soltera, sin hermanos, encargado del amor.

—Las musas también deben llevar una vida prometedora—Gea bosteza—. Los titanes no...

    Un claxon la hace saltar de su lugar, voltea al sonido y se encuentra con Park Jimin, con la mitad del cuerpo fuera del auto por la ventana.

—¡Buenos días, Gea-ssi!

    Levanta su mano, le habría gustado sonreírle y ser más amable, pero por el momento solo tenía disponible la cara de culo.
    Dentro de la camioneta, Hoseok y Jungkook daban brinquitos en los asientos traseros, emocionados de verla.

—Qué carita—se mofa Yoongi en el copiloto.

—Desde aquí le veo las lagañas—dice el menor del grupo.

—¿Se habrá quedado haciendo trabajos anoche?

—Podría ser, también pudo ser por quedarse viendo Skins.

—Mírenla qué adorable, no puede ni sonreírle a Jimin de lo dormida que está.

—Los hermanos nos están viendo.

𝗦[𝗘]𝗢𝗨𝗟𝗘𝗗 | Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora