Coincidencias || Bughead.

Capítulo cuarenta y ocho

"Todo sucedió de repente y me gustó."

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Comenzaron a dispersarse y Toni se acercó a la pelirroja, la cual estaba sentada con su celular en uno de los sillones.

—Hola— saludó y se sentó a su lado, dejando el trago que llevaba en la mano sobre la mesa.

Cheryl alzó su vista y le sonrió apenas— hola.

—¿Estás bien?— preguntó dudosa, notando la angustia en el rostro de la chica.

La pelirroja le dió una rápida ojeada a la pantalla de su celular, estaba abierto en un chat "Heather", "último mensaje, hace dos meses", solo habían hablado para ver como estaba la otra. Pero Cheryl la extrañaba demasiado, aunque hubiese estado de acuerdo en terminar con su noviazgo.

—Claro que lo estoy— respondió, apagando la pantalla— ¿Por qué lo preguntas?— se incorporó mejor y cruzó una pierna sobre la otra.

—Te ves… triste— soltó con una mueca.

—Debe ser el alcohol y el olor a tabaco que hay en el ambiente— le restó importancia, parpadeando repetitivamente para alejar las lágrimas que se acumulaban en sus ojos.

—¿Extrañas a tu ex?— preguntó directamente.

La pregunta tomó a Cheryl por sorpresa, dejándola en completo shock por unos segundos. Se recuperó rápidamente— yo…— o bueno, al menos un poco— yo, no, no la extraño— no se pueden imaginar cuanto había dolido decir eso.

—No está mal extrañar a personas que ocuparon un lugar importante en tu vida— dijo con una sonrisa suave— y ocultar tus sentimientos lastima tu corazón.

—Es que no lo entiendo— negó en un suspiro y volvió a guardar el aparato— ella lo superó tan rápido, a los cuatro meses ya había conocido a alguien más— comenzó a frustrarse— y me molesta que yo no pueda hacer lo mismo, a veces pienso que ella realmente no me quería como en un principio.

La pelirosa no supo que contestar ¿Cómo se aconseja a alguien cuando nunca has pasado por esa situación? Se hace el mayor esfuerzo posible.

—Mira, yo nunca he tenido una relación larga— admitió— pero sé lo que se siente el rechazo— intentó sonar divertida— no creo que haya sido fácil para ella también tener que terminar una relación de… ¿Cuánto?

—Casi tres años— completó.

—Es mucho tiempo— asintió— y por lo que he oído por Betty y por ti, ustedes se querían mucho, aseguro que todavía se quieren. Pero todos tenemos distintas maneras de sanar— intentó explicar— algunos salen, otros hacen el duelo llorando, otros buscan pasatiempos para distraerse y en el caso de tu chica…

—Ya no lo es— la interrumpió.

—Lo siento, en el caso de tu ex chica— corrigió— intentan conocer a otras personas, aunque no sea la manera más acorde para olvidar a alguien.

—Si, yo no quiero hacer eso— negó y se echó hacía atrás, chocando su espalda contra el respaldo del asiento bruscamente.

—¿Hacer qué?

—Eso de un clavo saca a otro clavo— la miró— terminas lastimando a personas que no tienen nada que ver en el asunto y, sinceramente, que te lastimen sin razón es una puta mierda.

—Entiendo— asintió apenada y se echó también hacia atrás— no puedo hacer mucho en este asunto— se encogió de hombros— pero si necesitas una amiga con quién hablar, un oído que te escuche atentamente o un hombro para poder llorar tranquila, aquí estoy— se señaló.