Nunca pensé que llegaría a enamorarme del hombre mas orgulloso y engreído que he conocido. Mucho menos que yo estaba relacionada con un mundo que creí inexistente.
Los días avanzaban y los hermanos no habían tenido información sobre el rey vampiro, este se mantenía muy tranquilo, cosa que hacía que ellos dudaran. Cada día entrenaban sin descanso, pero también, sacaban un tiempo para salir a divertirse. En un período de 7 meses habían aprendido a incrementar su poder, pero aún no era suficiente. Aunque Aizen tuviera momentos en los que se sentía frustrado, su hermana siempre estaba dispuesta a tranquilizarlo con paciencia y una sonrisa. Cassia era conocida por ser pacífica, amorosa y por siempre tener una sonrisa en su rostro, acción que hizo que un hermoso joven la notará. En varias salidas entre hermanos, ellos fueron observados sin darse cuenta. La presencia de ese joven no era una amenaza, pero, ¿cómo tomaría Aizen el saber que había un pretendiente detrás de su hermana? Ella a quién él quería y amaba con devoción y admiración. Su hermana era su baluarte. Ella era su ayuda idónea. Siempre que él se salía de sus cávales, ahí estaba su hermana para calmarlo y hacerle saber que siempre estaría ahí para apoyarlo. Él no permitiría que nadie le quitará el amor y la atención de su hermana. Cuidaría de ella y su madre con empeño y fervor. Después de lo que pasó con Cassia, se prometió cuidarlas y no permitir que nadie le hiciera daño en ningún sentido de la palabra.
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Un día normal ese joven, el cual se sentía maravillado por la sonrisa de Cassia, se propuso aprovechar la oportunidad para acercarse y darse a conocer ante aquella hermosa joven. Él sabía que ella era especial, pero tenía que asegurarse primero.
Los hermanos estaban en el cine, antes de que empezara la función se detuvieron para comprar palomitas, chocolates y refrescos, y así entrar a la primera sala donde verían la película rápido y furioso 9.
Los hermanos amaban las películas de acción y terror, esta era la razón por la que siempre iban juntos al cine.
–Hola le dijo el a la joven de mirada risueña, con una sonrisa deslumbrante. Ella sorprendida y tímida por la osadía de aquel joven le brindo una sonrisa un poco nerviosa, pues, nadie nunca se había acercado a ella y mucho menos cuando estaba acompañada de su hermano, quien no se había dado cuenta de lo que estaba pasando, porque estaba comprando el pedido de su hermana.
–Te he visto en varias ocasiones venir al cine con tu novio – ella no pudo contener la risa, ya que el tipo había confundido la relación que ella y su hermano tenía.
–Él no es mi novio, es mi hermano. – cuando casi dijo aquello, el joven no podía sentirse más feliz, sintió que tenía una oportunidad con ella.
–No sabes lo feliz que me hace escucharte decir eso – ella no entendía porque él se sentía de esta forma. El momento agradable pasó a ser uno de tensión, cuando el hermano ausente llegó hasta donde ellos estaban.
–Quién eres tú y por qué le hablas a mi hermana? – Aizen sabía que el joven no era humano, pero tampoco sabía con exactitud qué ser mágico era, ya que olía a dos seres diferentes, vampiro y lobo, talvez. El chico era un híbrido.
