Nunca pensé que llegaría a enamorarme del hombre mas orgulloso y engreído que he conocido. Mucho menos que yo estaba relacionada con un mundo que creí inexistente.
Había pasado un mes de aquella fiesta que llenó mi mente de dudas y de preguntas que me atormentaban día a día. Mi vientre está bastante abultado. Mi cuerpo había sido azotado por molestares sin fin, debido a mi estado pasaba mucho tiempo en la cama. Casi no tenía fuerzas y vomitaba todo lo que comía. En ocasiones Caín tenía que darme a beber de su sangre para poder soportar el embarazo. No entendía por qué era tan difícil poder sentirme bien.
Cuando el rey salía, su fiel mayordomo me hacía compañía todo el día. La verdad me había ganado la confianza del fiel servidor, en ocasiones le hacía preguntas sobre su amo, pero éste siempre esquivaba evitando responder. Era un queso duro de roer, para mi mala suerte le era muy fiel a Caín.
Hoy no me sentía muy bien, el rey no se encontraba en casa así que Ranfi decidió llevarme a una clínica especial para seres mágicos. Un poco débil me levanté de la cama, me duché y me puse algo cómodo. Opté por un vestido y un abrigo largo.
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Cuando llegamos al lugar estaba lleno de mujeres embarazadas y muchos niños. Fuimos al consultorio del doctor que me atendía, pero antes de entrar vi a alguien con una hermosa niña en sus brazos. Mi corazón empezó a palpitar como si quisiera salirse de mi pecho cuando la mirada tierna de aquella de bebé se puso en mí. Sus hermosos ojos eran hermosos, era un ángel. Sentí que esa mirada rompió todas mis barreras, un sentimiento de paz y alegría me invadió. El bebé mi vientre dio un Salto. No sé quién es esa nena, pero sentía un deseo inmenso de salir corriendo hacia ella, tomarla entre mis brazos y abrazarla, ni siquiera me di cuenta cuando mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas. Ella estaba entre los brazos de un musculoso chico que estaba lleno de tatuajes y estaba de espalda a mí.
Ranfi miraban toda la escena en silencio. Su sueño estaba ligeramente fruncido pero su cuerpo estaba notoriamente relajado.
No sé qué rayos es esa niña lo que sí sé es que siento una paz qué mi larga vida nunca había conocido o sentido. – dijo mi acompañante un poco confundido, rompí el contacto visual con la niña para mirar a Ranfi, en ese mismo momento escuché mi nombre y el mayordomo prácticamente me arrastró al consultorio.
El doctor me hizo una no sonografía, limpia mi panza y yo acomode mi ropa.
Cabe decir que el bebé que llevas dentro goza de una perfecta salud, él es muy fuerte.
Me esta diciendo que es un barón – pregunte feliz.
Así es. – respondió el doctor con una sonrisa.
Doctor por qué mi abdomen esta tan grande, si aún falta un mes. – le pregunto curiosa.
Es porque tu bebe al tener tanto poder será mas grande de lo normal. – me respondió el doctor muy seguro.
Tendrás que cuidarte más, tu cuerpo necesita alimentarse bien, además de que también tienes que alternar la comida humana con sangre. Te recetare unas vitaminas para que todo siga bien como hasta ahora.
