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La multitud aguarda impaciente. Todos los presentes vinieron a ser testigos del final de aquella mujer. Esa que con mentiras acabó con las vidas de muchos, destruyendo vidas inocentes, familias y pueblos enteros.

Todos dejaron en mis manos la decisión de cómo acabar con la vida de ella. Pero... Quién soy yo para decidir, sí al igual que todos los presentes fui dañada por ella.

Trago el nudo qué hay en mi garganta y con pasos firmes y seguros me dirijo a la multitud.

–Hoy estamos aquí para decidir el método de muerte de esta mujer, la cual su única misión en la tierra ha sido robar, destruir y matar, a miles de personas inocentes qué confiaron en ella – hago una pausa, respiro profundo y prosigo – Pero, siento que decidir su muerte no puede ser mi decisión – subo mi mano derecha al aire y de ella escapa una luz púrpura que se dirigieron al cuerpo de ella. Cuando mi poder la envolvió, comenzó a retorcerse y a gritar de dolor, de repente cae al piso y continuó hablando – la decisión no es solo mía, sino también de todos y cada uno de ustedes, por esta razón le he quitado todos sus poderes, volviéndola completa humana – ella aterrada y llena de ira comienza insultarme.

–Eres una maldita. Me voy a vengar de todos y cada uno de ustedes – Ella me mira fijo, y noto como su mirada destila puro odio hacia mi – el que me hayas quitado mis poderes no es nada para mí, yo puedo volver a obtener mucho más poder del que tenía antes – Cassia se mantiene tranquila y serena observando aquella mujer, dirige su mirada a la multitud y continúa hablando.

–Ahora ustedes pueden juzgar la, y hacer de ella lo que quieren, mi trabajo está hecho – la multitud sin pensarlo siquiera un segundo, se abalanzo contra la mujer, golpeándola e hiriendo la de todas las maneras posibles, hasta que el cuerpo de ella quedó inerte en el frío suelo.

En el rostro de cada persona presente se refleja la gran satisfacción de haber acabado con la vida de la mujer. Mi vista se dirigió a mi familia y observó a alguien en especial. Arianne.

Ella mira con tristeza el cuerpo de su madre, mientras lágrimas traicioneras recorren sus mejillas. Me acerco a ella – siento mucho que tengas que ver esto – ella mueve su cabeza en señal de negación – mi madre tuvo lo que se merecía, ella fue muy mala con todos... incluyéndome. Era déspota y malvada. En su corazón no existía el amor, ni la misericordia, y mucho menos la bondad. Era de esperarse que terminara así – Eliseo la abraza y besa su cabeza, confortando a su compañera. Mis padres se acercan a mi abrazándome.

–Estamos muy orgullosos de ti mi pequeña – mi padre lleva a su mirada mi estómago un poco abultado, su ceño se frunce, y chasquea la lengua. De repente sonríe como un desquiciado – tengo algo que hacer – dice y sin dar explicación se retira, dejándonos confundidos a todos. Mi madre y yo nos miramos totalmente confundidas por la actitud de mi padre.

Me quedé mirando como mi papá, mi tío Eliseo y mi hermano se van acercando hacia Cassiel.

–Oh, oh. Creo que entiendo de qué va – mencione sintiendo tristeza por mi compañero de vida.

–¿De qué hablas? – pregunta mi madre curiosa.

–Creo que papá cumplirá las palabras que dijo cuando despertó de la muerte – respondí.

Después de que regrese a la normalidad mi personalidad cambio totalmente. Vivo el día a día como si fuera el último. No puedo evitar sonreír. No me imagino todas las cosas que le harán pobre Cassiel.

–Se que te ríes de lo que harán con Cassiel – mi madre me mira y sonríen con sorna – tengo un plan para que no le pase nada a mi querido nuero – dice ella de lo más tranquila – la miro con curiosidad por saber lo que trama.