¿Eres o te haces?

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Ángel y Aki estaban aburridos y atrapados dentro del Oxxo, para colmo eran las 12:00 de la noche y nadie iba pasar por ahí a esa hora.

– ¿Eres o te haces?

Reclamó Ángel. Por culpa de la "bromita" de Aki, no tenían una manera de salir del Oxxo.

– Fue un accidente, ademas tu fuiste el que pateó la llave.

– ¡Ah, y ahora es mi culpa! ¿Serás Idiota todo el tiempo o tomas descansos?

Ángel estaba más que enojado, sí no fuera por lo ocurrido el ya estaría cenando una rica coca en el camión, pero ahora tendrá que pasar la noche con el baboso de Aki.

– Simón, ya cálmate que gritándome no vamos a salir de aquí.

Le contestó Aki, a pesar de estar algo irritado por las quejas e insultos de Ángel, se propuso mantener la calma y buscar alguna solución para el problema.

Ángel y Aki se sentaron en el piso mientras comían unas galletas de la estantería. Aburridos y algo enfadados del silencio trataron de armar una conversación.

– ¿Y bueno...? ¿Ahora qué hacemos?

Preguntó ángel, un poco más calmado.

– Podríamos intentar romper una ventana y salir por ahí ¿No?

– Pues claro, eso sí quieres una multa y perder tu trabajo, genio. Vamos Aki, sé que se te ocurrirá algo bueno.

– ¿Qué te parece sí charlamos mientras alguien llega al rescate? No es como que podamos hacer otra cosa.

Pronunció el de cabello más oscuro.
Para ser sinceros, comunicarse sería una buena idea para que él y su compañero se llevaran mejor, puede que hasta tengan cosas en común y se hagan buenos amigos ¿No?

– A todo eso, ¿Cómo te llamas? Siempre te llamo por apodos y no tu nombre.

– ¿Cómo chuchas no te sabes mi nombre?

Vaya, el hecho de que Aki no supiera el nombre de su compañero dice mucho sobre su persona ¿Tan difícil era leer el gafete en la playera de Ángel?

– Viendo que eres un total Idiota que no sabe lo que los gafetes son, pues te digo mi nombre de una vez, me llamo Angel.

– ¿Angel? Pues de Angel no tienes nada, eh.

– ¿Perdona?

Expresó ángel con una cara de asombro, Aki era todo un descarado.

– Perdonado.

Los minutos pasaron y al cabo de un tiempo ambos cayeron dormidos. Muchos dirían que alguien común hubiera muerto con el frío del Oxxo a media noche, pero ellos no, ellos estaban cómodamente dormidos en los brazos del otro. Vaya técnica de supervivencia ¿No?

Eventos tercermundistas en el OXXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora