En llamas.

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Ángel y Aki pusieron cara de locos y le empezaron a gritar a Denji. El fuego se había propagado más rápido de lo que creían y estaban atrapados dentro del local.
¿Será este el fin de Aki y Ángel?

– ¡Nos estamos quemando!

Gritó Denji caóticamente.

– ¡Pues si pendejo, y todo por tu culpa!

Le gritó Aki de vuelta.

Denji se sentía culpable, así que tuvo la idea de tratar de apagar el fuego. Denji se dirigió a la esquina y tomó el extintor para intentar calmar las llamas, pero como Denji no tenía ninguna idea de cómo usarlo, solo lo tiró al fuego esperando a que las llamas se apagara por arte de magia.

– ¡¿Qué mierda te pasa?! ¡Esa era nuestra única salvación!

Gritó Angel enojado.

– A ver, tenemos que calmarnos y pensar seriamente para salir de aquí.

Contestó Aki, tratando de calmar a los demás chicos.

– ¡El puto Oxxo se está quemando, Aki!

Respondió Ángel histéricamente mientras tosía por el humo.
Aki tenía una idea, pero no estaba seguro que fuera a funcionar. Aún así, el peli negro se dispuso a poner en prueba su plan ya que era lo único que les quedaba.

– ¡Ángel, romperé una ventana y quiero que salgas por ahí! ¡¿Me escuchaste?!

– ¡¿Qué hay de ti?!

Preguntó Ángel asustado mientras Aki rompía los vidrios.

– ¡Yo intentaré salir junto a Denji, tú ve hablándole a los bomberos!

Contestó Aki heroicamente. Ángel pasó por la ventana quebrada del Oxxo, saliendo casi intacto a excepción de unas cuantas raspaduras en los brazos y rostro por los vidrios rotos.

– ¡Ayuda! ¡No me quiero morir!

Gritó Denji. El más alto tomó un trapo de limpieza y lo mojó con una botella de agua para evitar inhalar el humo. A pesar de que era casi imposible ver por culpa del humo acumulado, Aki pudo encontrar a Denji tirado en el piso gracias a unos tenis con luces LED que el rubio se había robado del tianguis.

– ¿Estás vivo?

Preguntó Aki sin obtener respuesta alguna del rubio.
Con todas las fuerzas que tenía, Aki tomó a Denji y lo puso en su espalda, seguía respirando pero al parecer se había desmayado por inhalar el humo del fuego.

Afuera del local, Ángel se encontraba preocupado mientras llegaban los bomberos, después de unos 5 minutos los profesionales llegaron, pero como las llamas eran muy fuertes no podían entrar al local y se limitaron a tirar agua por todos lados.

"Mas te vale salir vivo de aquí" pensó Ángel mientras deseaba con todas sus esperanzas que Aki salieron vivo.

Pasaron otros 5 minutos y no hubo respuesta alguna, los bomberos se seguían negando a entrar y Ángel estaba tratando de ocultar el llanto. Sin importar todas las burlas e insultos que le decía a su compañero, Ángel seguía sintiendo un gran aprecio por él, y así es como se dió cuenta de cuanto valoraba al peli negro.

Justo cuando Ángel estaba llorando y sin esperanza alguna, pudo escuchar como los transeúntes, bomberos y periodistas suspiraban con asombro. Aki había salido vivo. El peli negro salió con el rubio cargando en su espalda mientras las llamas ardían de fondo. Justo como en las películas de acción.

Los paramédicos se llevaron a Denji al hospital y envolvieron a los otros chicos en mantas mientras los bomberos se encargaban del Oxxo en llamas.

– ¡No me asustes así, pensé que no saldrías vivo!

Expresó Ángel mientras se secaba las lagrimas, fingiendo que no se había puesto a llorar por su compañero.

– ¿Qué te puedo decir? Soy demasiado épico para morir.

Contestó Aki mientras le guiñaba el ojo al más bajo. Ángel solo le respondió con un "Hijo de puta" en voz baja mientras le daba un golpe en el hombro al más alto.

– ¿Y qué se siente ser el héroe del día?

Preguntaron los reporteros a Aki.

– Pues lo normal, pensé que moriría ahí pero me adentré para salvar la vida de un cliente a pesar de que temía por mi propia vida.

Contestó modestamente el peli negro, obviamente tratando de quedar como un chico "Cool" en TV nacional. Las preguntas de los reporteros seguían, pero al final del día todo se calmó y los chicos estaban listos para regresar a casa con unas pocas vendas y curitas médicas para lo raspones.

– Entonces lloraste por mi, eh.

Molestó Aki al más bajo.

– Quisieras, solo me había entrado humo a los ojos.

– No te cuesta nada decir que te preocupaste por mi.

Le respondió Aki al más bajo, pero ángel solo le volteó los ojos y le dijo un –Gracias por salvarme de nuevo— antes de irse a su hogar. Aki se despidió con un sonrisa y se fue igualmente a su humilde casa.

¿Lo bueno? Los tres chicos salieron vivos del incendio.
¿Lo malo? Aki y Ángel se habían quedado sin trabajo hasta nuevo aviso.

Eventos tercermundistas en el OXXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora