Pastor alemán.

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Otro día calmado dentro del Oxxo, Aki y Ángel bromeaban mientras que limpian y pocos clientes se acercan a comprar. Como era habitual, Denji llegó emocionado al local y saludó a los chicos de manera alegre.

—¡Chicos— gritó el rubio, quien tenía a un amiguito entre brazos.

—Hola, Denji— contestaron los trabajadores sin prestar atención al recién llegado.

—¡Miren al perro que encontré en la calle! Es un pastor alemán.

—Denji, eso es un puto coyote— respondió Ángel irritado, a lo que el rubio suspiró indignadamente.

—Te pasas de pendejo, Angelito. Nomás no te digo nada porque eres mi amigo.

—Saca a esa cosa de aquí, no nos permiten tener animales dentro— interrumpió el azabache, abriendo la puerta del local de manera demandante. El rubio volteó a ver a Ángel pidiendo comprensión, pero este solo le rodó los ojos y continuó limpiando. —No podemos abandonarlo, es muy pequeño y no tiene hogar— se excusó Denji.

—Ya te dijo Ángel que eso es un pinche coyote, esas madres viven en el monte.

—Ándale, Aki, hazme el paro compadre.

Hayakawa suspiró cansado, y como no tenía los ánimos ni paciencia para tratar con el terco de Denji, lo único que pudo hacer fue aceptar —Sí llega a hacer estragos, lo vas a tirar al monte, quieras o no—.

Como supuestamente el rubio había sacado a pasear al canino, los chicos aprovecharon para comer su desayuno sin tener que ser molestados. Ángel y Aki charlaron tranquilos y serenos, esto hasta que el "perro" de Denji entró al Oxxo de manera repentina y se abalanzó a Ángel.

—¡¿Ángel, estás bien?!— gritó Hayakawa, aún confundido por lo rápido de lo sucedido.

—¡El coyote me está violando la pierna!— gritó Ángel mientras que movía su extremidad frenéticamente en un intento de desprender al animal.

—Te pasas Ángel, ya te dije que es un pastor alemán— Mencionó Denji para después explicar un sin fin de cosas acerca de los pastores alemanes, ignorando por completo los gritos de desesperación de Ángel debido a que el "perro" se le encimaba de manera extraña. —¡Cierra el puto hocico y ayúdame con Ángel, pendejo!— exclamó el azabache.

Después de librar al peli rosa del coyote, ambos trabajadores del local expresaron su enojo hacia la mascota de Denji, demandándole que se lo llevara a donde lo encontró porque solo estorbaba y hacía desastres.

—¡Pero lo quiero mucho, ya hasta le puse nombre!

—Nos vale verga, esa madre casi me embaraza la pierna— contestó Ángel, apuntando al perro dramáticamente.

—Se llama pochita...

—¿Ajá, y?

—¿No había otro nombre más culero?— bufó el peli rosa.

—Bueno... ¿Y tú tampoco quieres que lo conservemos, Aki?— preguntó Denji con una mirada triste mientras abrazaba al animal.

—Pues no, cabrón. Pinche coyote dejó hecho mierda el lugar.

—Son unos desalmados— suspiró el rubio desolado, tomando al perro en sus brazos. Justo cuándo Denji salió de la puerta, una serpiente de tamaño medio entró al local y se deslizó hasta donde el peli rosa se encontraba.

—¡Puta madre, ahora me va putear una culebra!— gritó el chico.

Pochita, el "perro" coyote de Denji saltó de sus brazos y atrapó al reptil astutamente, salvando a Ángel de ser mordido por ella en un acto heroico. Denji se acercó al canino y lo abrazó —¡Pochita te salvó! No puedes hacer que me lo lleve— exclamó mientras que acercaba el "perro" al rostro de los chicos, a lo que ellos respondieron con una mueca de asco.

—Huele horrible, aleja esa cosa de mi— mencionó Ángel.

—Ya sabes que no lo podemos tener aquí dentro, pero sí te comprometes a cuidar de esa cosa y dejarla fuera del local, puede que te permitamos que se quede en el estacionamiento.

—¿Neta?

—Sí, solo apúrate y sácalo de una vez, hasta ve a comprarle una correa sí quieres.

—Pues muchas gracias carnal, eres el más vergas Aki.

Denji cumplió su parte del trato y dejó al perro en el estacionamiento del Oxxo, le creó una casita hecha de cartón y hasta le consiguió un mini uniforme con el logo del establecimiento. Un final feliz para todos... excepto para ángel.

—¡Me lleva la verga, ya callen a ese puto coyote!

Lamentablemente, Pochita no era nada silencioso.

Eventos tercermundistas en el OXXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora