Comida de caballo.

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— Oye, Ángel ¿Quieres ir al rancho conmigo?

— ¿Eh?

— Vamos we, va estar chido.

Afirmó el azabache, cosa que Ángel creyó inocentemente.
Los chicos se encontraban parados bajo el sol mientras que un montón de gallinas les saltaban encima, ya que se habían quedado dentro del corral.

— Dijiste que iba estar chido ¿Qué putas hacemos entre toda esta mierda de gallina?

Cuestión Ángel irritado mientras que espantaba a las aves.

— Sí va estar chido, solo tenemos que esperar a que mi tío se acuerde de nosotros y nos saque del corral.

Contestó Hayakawa apenado.

¿Cómo habían quedado dentro del corral de gallinas? Pues resulta que cuando Aki y Ángel llegaron al rancho familiar de los Hayakawa y el tío del azabache les pidió que alimentaran a las gallinas mientras que él compraba alfalfa. Cuando los chicos terminaron de alimentar a las aves, Ángel se dió cuenta de que la puerta del corral estaba cerrada y solo era posible de abrirse por afuera. Por más que intentarán escapar, la cosa era imposible, puesto a que las rejillas del corral eran extremadamente pequeñas (Esto para que las gallinas no se escaparan), tan pequeñas que ni la mano de Ángel cabía por ellas.

— ¿Y cuándo se va acordar? Ya me cansé de espantar gallinas, a la verga.

— Pues tiene pérdida de memoria, probablemente en unos 20 minutos o una hora.

— ¿Otros 20 de nuevo? Pinche tío pendejo, con todo respeto.

Respondió Ángel, ya harto de la situación. Los chicos estaban aburridos, por lo que Aki tuvo la idea de tener una conversación nostálgica.

— ¿Te acuerdas de la vez en la que quedamos atrapados dentro del Oxxo?

Preguntó el azabache.

— Pues si, wey, aún tengo problemas de espalda por culpa de que dormimos en el piso.

— Verga, que lindos recuerdos ¿No?

— Seh, fue hace como 10 meses pero aún lo recuerdo como si fuera ayer.

— ¡¿10 meses?! ¿Qué pedo?

Exclamó Aki asombrado. No se podía creer lo rápido que había pasado el tiempo desde que conoció a Ángel. El peli rosa estaba apunto de contestar con un chiste de mal gusto, pero de repente el tío de Aki llegó y los interrumpió espontáneamente.

— ¿Y ustedes qué hacen en el gallinero? Pinche generación llena de niños raros.

— Tío, te olvidaste de nosotros aquí dentro.

— Salaverga, ya sálganse pues.

Habló el tío de Aki.

— No podemos salir solos, ya ábrenos la puerta pendejo.

Le contestó el peli negro a su familiar, quien solo se rió e hizo como se lo pidieron. Los chicos salieron del corral, siendo finalmente liberados.
Aki y Ángel se encontraban comiendo junto al tío Hayakawa, pero mientras que el peli negro y su familiar hablaban, a Ángel le dieron unas ganas de vomitar.
El chico se paró de un brinco, exclamando que se sentía mareado y que necesitaba un lugar donde "arrojarlo".

Ángel salió corriendo hacia unos matorrales y ahí se quedó mientras que Aki y su tío lo miraban a lo lejos.

— Está bonita la güerita esa, tienes buenos gustos sobrino.

— Es hombre.

Le contestó Hayakawa a su tío, quien se quedó sorprendido.

— No diga mamadas mijo, con eso no se juega.

— Literalmente es hombre, ya mejor cállese a la verga.

El tío de Aki continuó dudando, aún con cara de asombro. Ángel, por otro lado, se había perdido entre las hierbas del rancho.

— Por cierto ¿Qué putas es lo que comimos? Sabía a mierda además de que Ángel se enfermó.

Cuestionó Aki con los brazos cruzados.

— Comida de caballo, esa madre tiene un chingo de proteínas.

Respondió el tío orgulloso, como si el hecho de que había alimentado a Aki y a su amigo con comida para animal era algún logro. Hayakawa volteó a ver su tío totalmente desconcertado, con una expresión traumada en su rostro. El azabache estaba a punto de reclamarle a su tío pero justo cuando iba a hacerlo, el chico escuchó unos gritos a lo lejos.

Era Ángel.

— ¡PUTA MADRE, ME ESTÁ PERSIGUIENDO UNA VACA!

Gritó el peli rosa mientras corría por todo el lugar con el animal detrás. El tío de Aki empezó a reír a carcajadas mientras que Aki buscaba alguna manera de ayudar a Ángel. El peli negro tomó rápidamente las botas de su tío, y valientemente las lanzó hacia la cabeza de la vaca. Dándole Justo en el blanco.

— ¡¿Ya se murió?!

Chillo Ángel asustado, aún corriendo en círculos.

La vaca no se había desmayado por completo, solo se había aturdido, cosa que el azabache aprovechó para saltar la valla y tomar a Ángel. El chico corrió con el peli rosa en brazos mientras que la vaca los continuaba persiguiendo, eso hasta que Aki saltó una última valla la cual la vaca no pudo esquivar, por lo que el animal chocó y quedó noqueado.

— Verga ¿Estás bien?

Le preguntó el peli negro a Ángel, el cual se encontraba petrificado.

— Vi mi vida pasar por mis ojos, nunca había sentido tanto puto miedo en todos los años de mi lamentable vida.

Contestó el más bajo de manera dramática, aún en los brazos del contrario.

— Tienes suerte de que me di cuenta, de nada.

— Ya bájame, wey.

Respondió Ángel. Aki se tapó la cara de vergüenza, dejando caer al más bajo al suelo. El peli rosa soltó una carcajada, cosa que provocó un leve sonrojo en cara de ambos.

— Ahuevo, ya tenemos para los tacos.

Interrumpió el tío mientras que tocaba a la vaca desmayada con un palo.

Eventos tercermundistas en el OXXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora