Santificado sea tu nombre.

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—Yo te advertí y no me quisiste hacer caso, cabrón, ahora mira como nos tienen de embrujados— reclamó Ángel, moviendo con un palo lo que sea que fuera esa cosa en su patio.

—¿Y yo cómo iba saber que ese anciano era el mismísimo discípulo, amante, lucifer-biased, lame botas del diablo? Se veía muy humilde a mi parecer.

—¿A qué te refieres con "humilde"? Literalmente hueles a salario mínimo, Aki.

—No lo decía de modo clasista.

—¿Ah, sí? ¿Y de qué modo lo decías?

—Tú sabes, humilde tipo "el bicho", no humilde tipo "compro mi ropa en Walmart".

—Tu tía compra su ropa en Walmart.

—Exacto, porque ser humilde no tiene nada de malo y no te hace menos como participante de esta sociedad— contestó Hayakawa, a lo que Ángel le rodó los ojos y continuó murmurando acerca de lo extraño del "ritual".

—¿Y no piensas hacer algo más que ver esa cosa? ¿Qué tal si se te mete el demonio por acercarte tanto?— preguntó Aki, jalando levemente al peli rosa de su camisa.

—Perate, wey, se ven unos monitos dentro del frasquito ese.

—Ya valió verga.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Tenemos que revisar con cuidado esos monos, si tienen nuestras fotos, alistas tus cosas y nos vamos al Vaticano.

—Aki, ¿De qué mierda estás hablando?

—¡Son muñecos voodoo! O al menos algo así, cuando te hice el amarre ocupé uno parecido, pero la doña que me ayudó me explicó que esos muñecos también podían usarse para hacer salaciones.

—¿Hola? ¿Por qué mierda me hiciste un amarre?

—¡Lo importante aquí es que nos están haciendo brujería de la mala Ángel! Deja de preocuparte por el amarre totalmente inofensivo que te hice. Pasado pisado ¿Ok?

—Puto loco, te voy a denunciar— se rio el más bajo.

Los chicos entraron a la casa de nuevo, pensando en que hacer con el ritual extraño en su jardín.

—¿Y si le hablamos a Denji para que lo revise?—preguntó Ángel, sorbiendo de una taza de café —Digo, no hay problema si lo usamos como objeto de prueba ¿No?— Aki volteó a ver al chico con una mueca en su rostro y en completo silencio, por lo que a Ángel no le quedó de otro más que retractarse.

—Bueno, ¿Tienes una mejor idea que la mía?

—Hay que quemarlo.

—¡¿Quemarlo?! Siempre qué hay fuego cerca de nosotros alguien termina muriendo.

—Llamaremos a Denji—terminó suspirando el azabache.

Al cabo de unas 2 horas, Denji llegó a la casa de los Hayakawa.
Este portaba una manta blanca como toga y no llevaba los pantalones puestos, por lo que se podían ver sus bóxers rotos.

—¿Por qué chingados estás semidesnudo?— preguntó Ángel, asqueado por el rubio frente a él.

—Es mi ropa para la limpia espiritual, también les traje unas a ustedes—Respondió Denji, tirándoles unos manteles de cocina a los chicos.

—Esto huele a pozole... aparte dudo que a Aki le quede eso.

—¿Quieres seguir embrujado o no, verga?

Los chicos suspiraron y se pusieron sus "togas", la de Ángel siendo demasiada grande para el, por lo que se tropezaba al caminar, y la de Aki siendo demasiado corta, revelando poco más arriba de su ombligo.

—Me veo ridículo—se quejó el azabache —Tú siempre te ves ridículo—carcajeó Ángel, tropezándose y cayendo en el proceso.

—Perfecto, ahora tenemos que llevar esto a un cerro, lejos de la civilización, echarle agua bendita y quemarlo con mucho cuidado— Los chicos se voltearon a ver asustados al momento en el que Denji mencionó "Quemar" en su oración, pero como ya era tarde y estaban desesperados por hacer algo acerca de la brujería en su jardín, terminaron aceptando.

—¡No podemos salir así! La gente va pensar que somos algún tipo de culto de agresores sexuales exhibicionistas.— gritó Aki.

—¿No lo somos?

—Puto desagradable.

Los chicos tomaron con cuidado el ritual y caminaron hasta el cerro más remoto que pudieron encontrar, subiendo este a pesar de que ángel seguía tropezándose cada 3 minutos, así que tuvieron que cargarlo hasta llegar a la cima.
—¿Y ahora qué?—preguntó el más bajo.

—Ahora nos ponemos en círculo y rezamos mientras Aki le tira esta agua bendita—contestó Denji, buscando la supuesta agua bendita en su mochila.

—¿Podrías apresúrate? Se me están congelando los huevos—rechistó Hayakawa, a lo que ángel se burló y, nuevamente, volvió a caer —Puta madre—.

—Aquí está, asegúrate de tirarla de poco a poco.

—Esto huele a Tecate light, Denji.

—Tú y tus vicios, Hayakawa, solito te expones ante Dios.

Denji y Ángel empezaron a recitar El Rosario mientras que Aki echaba el "agua bendita" al ritual, a lo que, por su mala suerte, sí era Tecate light, por lo que la llama creció inesperadamente, quemando más de lo que debía.

—¡Dios mío, mi toga se prendió en fuego!—gritó Ángel.

—¡Es el espíritu que quiere asustarte, tú sigue rezando!—contestó Denji.

Ángel entró en pánico, por lo que empezó a correr como loco, tropezándose y rodando por el cerro.

—¡Ángel! ¡Yo te salvo, mi amor!— gritó Hayakawa a lo lejos, tirándose a la dirección por la que Ángel cayó rodando. Mientras todo eso pasaba, Denji tenía un tipo de despertar espiritual y seguía gritando El Rosario hacia el fuego, ignorando como este consumía los matorrales del cerro.

...

"Dos hombres, ambos jóvenes y residentes de esta localidad, fueron encontrados al pie de un cerro en malas condiciones y muy malheridos. Estos portaban manteles como ropa, mientras que un tercero fue detenido por provocar un incendio en el mismo cerro. Se sospecha que los dos jóvenes, ya hospitalizados, fueron víctimas que lograron escapar del supuesto Narco-satanico y piromano que causó el fuego, quien ya está en manos de la ley.
Este suceso es extremadamente desconcertante, así que se recomienda discreción; no olviden cerrar sus puertas con seguro, cuidarse a sus hijos y a ustedes y no salir pasando de las 9 P.M., ya que, lamentablemente, los casos de narco-satanicos como este que raptan ciudadanos promedio son cada vez más frecuentes.
Esto fue, Azteca noticias."

Eventos tercermundistas en el OXXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora