Eventos tercermundistas en el OXXO

Pelea de invalídos.

El clima era un poco más extraño de lo normal. Esta vez no era un clima de calor extremo, y tampoco era un día frío como en las mañanas.

Aki se despidió de su tía con un beso en el cachete, salió de su hogar y se dirigió caminando hacia al trabajo. El chico caminó por las calles mientras escuchaba música con sus audífonos, algo habitual para el azabache. Hayakawa notó que no se sentían los fuertes rayos del sol contra sus brazos, así que miró al cielo y se percató de que estaba nublado. No era un cielo nublado "Normal", las nubes eran de un gris oscuro, casi negro. — Espero y no llueva, no tengo dinero para pagar el bus. — pensó el peli negro. Finalmente, Aki llegó al Oxxo después de una caminata de 15 minutos.

— Llegas 7 minutos tarde, baboso.

— ¿Así me saludas? Que buena onda eres, Ángel.

Bromeó el azabache. Ángel se encontraba ordenando unas cajas, las cuales eran muy pesadas para él, por lo que Aki se reía desde lo lejos mientras miraba al más bajo batallar. Después de unos 4 minutos burlándose en silencio, el peli negro se acercó para ofrecer su ayuda.

— ¿Quieres ayuda? Parece que estás batallando mucho en levantar esas cajas.

— Nah, así estoy bien.

— Déjame te digo que pareces pendejo tratando de levantar las cajas, son casi de tu tamaño.

Se rió el más alto, consiguiendo una mirada de re ojo por parte de Ángel. El chico intentó levantar las cajas de todas las formas posibles y aún así no pudo, así que finalmente se rindió y aceptó la ayuda de su compañero.

— Ya me cansé, mejor hazlo tú.

— Te dije que no podrías, ¿Por qué eres tan terco?

— Que te valga pito.

Respondió el peli rosa. Aki se rió discretamente del berrinche de Ángel y levantó las cajas sin esfuerzo alguno para después asomarse por la gran ventana del local.

— Verga, está bien nublado afuera.

— Mira que sí no me dices no me doy cuenta.

— Wey, ya bájale y no andes de mamón conmigo, luego sí me pasa algo vas a estar llorando.

— Quisieras.

— ¿Ah, si? ¿Quieres pelea?

Preguntó el azabache bromeando mientras se acercaba amenazante al más bajo.

— Éntrale, puto.

— Mira que no me ando con mamadas.

Terminó contestando Aki para después ponerse en poción de pelea y correr hacia el más bajo.
— ¡Pelea de inválidos! — Gritaron los chicos al mismo tiempo.  Ángel corrió para esconderse detrás de los estantes, y cuando Aki lo encontró, el peli rosa le dió un golpe en la cara por el susto.

— Verga... creo que me rompiste el diente.

— Ora, ¿No que muy rudo?

Respondió el más bajo. Aki se tomó el cachete con una mano y atacó a Ángel con la otra. Después de unos leves golpes y patadas, Aki levantó al peli rosa por completo. Ya que la diferencia de estatura y tamaño era mucha, levantar al peli rosa no era problema para el azabache.

— Bájame o te muerdo el brazo.

— Acepta que perdiste o no te bajo.

Molestó Hayakawa.
Ángel suspiró, cerró los ojos en silencio y no aceptó su derrota, en vez de eso tomó a Aki por su pelo y mordió el brazo del azabache.

— ¡Suéltame, perro muerto de hambre!

— ¡Pues bájame, pendejo!

Mientras Ángel y Aki bromeaban, Makima, la gerente, entró al local. La chica volteó a ver a los dos chicos que se encontraban jugando, quedándose completamente en silencio y solo levantando una ceja. Ambos quedaron inmóviles por la vergüenza, así que Ángel dejó de morder a su compañero, y Aki bajó al peli rosa lentamente.

— Veo que se estaban divirtiendo... perdón por interrumpir.

— ¡Para nada! Solo estábamos ordenando unas cosas.

Contestó Aki mientras limpiaba la saliva que Ángel había dejado en su brazo con su propio uniforme.

— Si... como sea, les vengo a avisar que el día de hoy hay posibilidades de tormenta, ¿Cómo? Ni idea, pero quiero que tengan en cuenta eso para que se vayan directamente a su hogar en cuanto vean que empiece a llover.

— ¡Si, señora! — Contestaron los chicos al unísono, después, la gerente abandonó el local.

— Que pena, ahora la gerente va pensar que somos unos raritos.

— ¿Y tú no lo eres?

— Cállate, Ángel.

Los chicos rieron y continuaron con su trabajo. Unas horas pasaron y ya era la hora del descanso para que ambos comieran. El azabache tenía planeado ir por unos tacos que vendían en la esquina, por lo que se lo propuso a su compañero y este aceptó.

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Chale, quería continuarle al capítulo pero se me fue el tiempo y tengo que dormir temprano (Lamentablemente mañana entro a clases) Después subiré la segunda parte de este cap, probablemente en 1 o 2 días. Perdón por no poder actualizar seguido, los quiero mucho y recuerden que me puedan dar ideas o criticas sí es que quieren ver algo nuevo en la historia, besos a todos.