Eventos tercermundistas en el OXXO

La disculpa.

—Hey, ayúdame con estas cajas— demandó Ángel mientras que se balanceaba con las cajas en mano sobre la escalera —¿Por qué no le pides a tu nuevo mejor amigo que te ayude?— respondió el azabache con un tonto arrogante.

—¿Eso qué? Ya ven a ayudarme.

—No puedo, tengo que ayudar a alguien más.

—Literalmente soy el único que trabaja aquí junto a ti ¿De qué putas hablas?— Hayakawa ignoró el comentario de su amigo, dirigiéndose a la bodega sin mirar atrás.

—¿Sabes dónde están las llaves del baño? Una señora y su hijo me las están pidiendo.

—No sé, pregúntale a otra personita— contestó Aki sin siquiera dirigirle la mirada al peli rosa, llamando la atención de este.

—¿Me podrías decir que traes?

—No tengo nada.

—Ni siquiera sabes disimular, ya déjate de mamadas y dime.

—Te lo acabo de decir, no me pasó nada.

Ángel suspiró irritado, Aki llevaba todo el día evadiéndolo y siendo cortante con él, cosa que lo tenía con dolor de cabeza.
—¡Ey!— voceó Ángel, rompiendo el silencio dentro del Oxxo pero siendo ignorado —Te estoy hablando, pendejo— volvió a exclamar.

—¿Qué?

—Ya me cansé de que estés con tus berrinches, déjate de pendejadas y actúa normal.

—Discúlpate primero.

—¿Qué? ¿Disculparme de qué?

—Sabes perfectamente lo que hiciste.

—¿Hola? ¿Estás en tus sentidos? No te he hecho nada— respondió Ángel confundido mientras que movía las manos frenéticamente.

—Entonces supongo que no te importa.

—Ugh, ya estás grande para estas cosas.

—Discúlpate.

—No.

—Discúlpate.

—Oh que la canción— suspiró el chico —Me disculpo por lo que sea que haya hecho y te molestó ¿Me perdonas?— agregó con una mueca en el rostro.

—No.

—Chingada madre, ¿Entonces para qué putas perras madres me haces disculparme sí igual te lo vas a pasar por las bolas, pendejo?— terminó contestando el más bajo, dejando en silencio al azabache. Los segundos pasaron y Aki seguía cabizbajo sin soltar palabra alguna. —Wey... ¿Estás llorando?— pregunto Ángel preocupado mientras que se acercaba a Hayakawa —Dios, ahora sí perdóname, me pasé de la raya— añadió levantándole el rostro al contrario.

—No me grites así de feo.

—Verga, de verdad perdóname, la cagué bien canijo.

—¿Abrazo?

—Ya estás grande, Aki— destacó Ángel antes de acercarse para un abrazo.

—¿Qué tipo de ritual homosexual es este?— preguntó Power al entrar de manera repentina al establecimiento —No hagas conclusiones raras— tartamudeó el azabache. —¡Yo también quiero abrazo!— exclamó Denji mientras corría hacia los chicos.

—Quítate, Denji, hueles a perro muerto.

—¿Ahora se abrazan los 3? ¿Acaso esto es un tipo de broma punk?— volvió a rechistar la joven de cabellos teñidos. —Ya a la verga— comentó Ángel a la vez que se alejaba del abrazo —Si no fuera por que Denji huele culero me quedaba en el abrazo— agregó riéndose.

Los chicos aprovecharon el tiempo libre para comer mientras que Denji y Power jugaban a una pelea de basura en el estacionamiento del Oxxo. —¿A quién le vas?— preguntó Aki —Yo digo que Power gana, puede que sea rara pero Denji es más tonto ¿Y tú?— respondió a la vez que miraba a los otros jugar por el vitral —También le voy a Power, no espero mucho de Denji—.

Ángel y Aki continuaron riendo con su platica tranquilamente, olvidándose por completo de los dos que se encontraban jugando.

—¡Chicos, noqueé a Denji!— gritó Power por el cristal —¿Qué  hiciste qué?— exclamaron ambos trabajadores al unísono.

—¡Lo noqueé por accidente!

—¿Cómo mierdas dejas a alguien inconsciente por accidente?

—¡Juro que no sabía que era un ladrillo!

—¡¿Noqueaste a Denji con un ladrillo?!

La ambulancia llegó después de unos minutos en los cuales el rubio permaneció en el suelo. Debido a que nadie se atrevía a mover al chico del lugar, la sangre se esparció por el piso, por lo que Ángel y Aki tuvieron que usar su tiempo extra para limpiarlo.

—Pobre Denji, a este paso va sufrir daños cerebrales de tantos golpes que le dan.

—Eso sí tiene cerebro...

—¡Ángel!

—Solo bromeaba, hasta yo me sentí mal por él— contestó, viendo la sangre en el piso, asqueado y preocupado al mismo tiempo.

—Volviendo al tema de antes... ¿Por qué estabas tan enojado conmigo?

—¿De verdad no te acuerdas?

—Aki, sabes perfectamente que mi memoria es peor que mi sentido común.

—¿Seguro que no te acuerdas nadita?

—Nope.

—Verga, pues la verdad voy a sonar muy inmaduro pero que más da, me puse así porque ayer no me invitaste a jugar con tus amigos al minecraft— contestó el azabache de manera apenada.

—Esos "Amigos" eran mis primos de 9 años, no me chingues.

—¿Qué? Me lo hubieras especificado.

—Ni que te debiera explicaciones de mi tiempo libre, cabrón.

—Cierto, pero pues ya sabes como me pongo, a la próxima solo ignórame hasta que se me pase el berrinche— rio Hayakawa —De verdad que eres el hombre más celoso que conozco— respondió Ángel mientras que volteaba los ojos de manera irónica.

—¿Conoces a otros hombres?