Bendiciones de año nuevo.

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—¿Qué te parece si pasamos el Año Nuevo en el rancho? Mi tío se va ir de mojado para los United, así que el lugar estará solo—preguntó Hayakawa mientras que le daba un masaje de espalda al más bajo.

—Que perro miedo, capaz y se nos aparece el diablo.

—¡Vamos! Podremos hacer fogata, dormir a la luz de la luna y sin ninguna molestia externa, solo nosotros y las vacas.

—¡Fogata!—gritó Denji, apareciendo detrás del mostrador.

—¿Y tú qué o qué?

—¡Yo también quiero ir!

—No Denji, siempre que vas con nosotros algo malo nos pasa—contestó Ángel, provocando que el rubio saliera desalentado del local.

—¿Entonces es un "sí"?—preguntó Hayakawa, a lo que Ángel ascendió con la cabeza.

El día de Año Nuevo llegó y los chicos ya estaban empacando sus cosas para el viaje. Mientras tanto, Denji se quejaba con Power porque no lo habían invitado al rancho. Power volteó a ver a Denji con malicia en el rostro, indicando que tenía una gran idea.

...

—No recordaba el lugar tan tétrico—comentó Ángel mientras que acomodaban las cosas para la acampada.

—Tú nunca recuerdas nada.

—Ora verga, más respeto.

Hayakawa soltó una risa, y después de desempacar los chicos se percataron de que no había con qué hacer la fogata.

—Puta madre, se nos olvidó comprar leña—se quejó el azabache.

—Pues ve a buscar, debe de haber mucha en el monte.

—Solo no voy, que perro miedo.

—No mames Aki, a los culos no les hacen corrido eh—bromeó Ángel, continuando con —A parte yo voy a mear—.

...

Ángel se aseguró de ir a un lugar lejano para hacer sus necesidades, pero mientras que este estaba en medio de lo suyo, una extraña silueta oscura se acercaba lentamente.

—Sácate a la verga, cochinote—bromeó el peli rosa, pensando que la silueta le pertenecía al azabache.

—¿Aki? Esto no es gracioso cabrón.

La silueta permanecía en silencio y poco a poco se acercaba cada vez más rápido. Mientras que Ángel permanecía petrificado, la silueta soltó un grito desgarrador por lo que Ángel salió corriendo asustado, pasando por los matorrales y rasgando sus pantalones a la vez, hasta quedar en calzoncillos. Casi al llegar a la tienda de acampar, el suéter de este quedó atascado en un árbol, impidiéndole seguir adelante por más que quisiera —¡¿Diosito, por qué yo?!—gritó mientras que trataba de quitarse el suéter frenéticamente.
Al llegar, se encontró con el azabache igual de agitado, quien seguía volteando atrás mientras que sostenía troncos de madera y respiraba agitado.

—¡Vete a la verga, te juro que vi al diablo cuando fui por la leñ-— Aki se terminó interrumpiendo a si mismo al ver estado del peli rosa —Que bendición—terminó voceando en voz baja y con una sonrisa en el rostro, dejando la leña caer al piso.
Ángel se le quedó viendo a Hayakawa con desaprobación, indicándole que volteara a ver a otro lado.

—No voy preguntar el porqué estás semidesnudo, pero si tiene que ver con mi regalo de Año nuevo, claro que estoy dispuesto.

—¡Pendejo, se me están congelando los huevos!—gritó Ángel, a lo que Aki le buscó una manta y se la puso rápidamente.

...

—¿Entonces viste al diablo?—preguntó Ángel, ya dentro de la tienda de acampar.

—¡Lo juro we! incluso me persiguió por un buen rato.

—Verga... a mi también me persiguió una cosa extraña.

Los chicos, llenos de miedo, se quedaron viendo el uno al otro fijamente y en silencio.

—¿Y ahora qué?—cuestionó Aki, rascándose la nuca.

...

—Power, creo que nos pasamos— susurró Denji en uno de los arbustos.

—¿Y luego?—respondió la peli rosa con un tono arrogante.

—Tenemos que disculparnos.

—Denji...

—Power...

—Tienes razón carnalito, nunca debimos de pasarnos de la raya—lloró la chica, abrazando al rubio mientras que este también lloraba extrañamente.

Al final, el par de hermanos se sintió demasiado culpable como para no explicar lo sucedido, así que Denji y Power decidieron salir a la luz como los autores de la gran broma, siendo totalmente sorprendidos al asomarse a la tienda de acampar.

—¡Santo cielo, están haciendo bebés!—gritaron los chicos, cerrando el zipper de la carpa lo más rápido posible.

Eventos tercermundistas en el OXXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora