Eventos tercermundistas en el OXXO

El descanso.

Después de algunos días sin asistir al trabajo por la viruela de Ángel y Aki, estos por fin regresaron al labor. Debido a la ausencia de los chicos, quienes eran los únicos que se atrevían a trabajar en un Oxxo en tan mal estado, el lugar estaba hecho un desastre.

Los chicos tenían que meter cajas con nueva mercancía, limpiar los pisos, los anaqueles y los muchos ventanales de vidrio que había en el local, lo que les tomó aproximadamente 4 horas de terminar. Ser rápidos nunca fue lo suyo.

No había pasado ni una semana desde que faltaron y las paredes ya estaban complétame te grafiteadas; Bob esponjas cholos, el capitán America con el logo del America Vs iron man con el logo de las chivas, una Santa muerte fumando mota en una motocicleta y como 6 graffitis diferentes de parejas que escribían sus nombres en un corazón mal hecho.

—Pensé que trabajar en el Oxxo ya era algo muy naco, ¿Pero esto? Esto es naco y lo que le sigue— se quejó Ángel, viendo la pared con disgusto.

—¿Qué esperabas? Hay como 3 prepas públicas cerca.

—Estoy a nada de buscar a los papás de "Úlises" y "Rubí" para decirles que sus hijos son unos nacos y estúpidos como Cepillín—comentó Ángel mientras trataba de borrar cierto grafiti de los ya mencionados de la pared.
Los chicos intentaron quitar los grafitis de diferentes maneras, sin embargo, tuvieron que terminar comprando pintura nueva con su propio salario, esto porque Aki terminó limpiando tan bien que la pintura también se borró.

—Puta madre, Aki ¿Qué no ves que de por sí ya somos pobres?

—Al menos tenemos casa.

—El lavadero está literalmente en obra negra, a parte de que el baño tiene techo de lámina. Un huracán y tu tía sale volando con todo y los calzones abajo.

Hayakawa volteó a ver a Ángel con una mirada de "Ya pasó antes", a lo que Ángel solo se le quedó viendo boquiabierto y sin nada que decir.

—Sí... bueno, ¿Quién tiene hambre?

...

Para poder olvidar el momento incómodo, el cual le recordaba a los chicos que lamentablemente eran y serán pobres el resto de su vida, debido a la gran desigualdad socioeconómica del país y de oportunidades, estos se sacudieron la pena y aprovecharon su tiempo libre para ir a la taqueria.
Justo saliendo del Oxxo, los chicos se toparon con un adolescente grafiteando "enbeses quisiera que nunca te haigas fuido" seguido de un goku llorando exageradamente, a lo que Ángel corrió a tirarle un tabique que encontró en la banqueta al chico.

—¡Quítate, putarraco mantecoso!—le gritó mientras el chico huía con la cabeza sangrando.

—¡¿Pero que chingados?!—gritó Hayakawa.

—¡Lo sé! ¿Cómo puede escribir tan mal?

—¡Eso no, Ángel! ¡Le acabas de abrir la cabeza a un wey de no más de 16 años!

—¡No tenía otra opción!

—Lo que no tienes es vergüenza.

—Vergüenza pintearte las clases para rayar Oxxos, yo solo estoy cuidando mi área de trabajo—respondió Ángel de brazos cruzados y un tono descarado, a lo que el azabache suspiró y tomó la mano del otro para cruzar la calle.

...

—Órale, Órale ¿Qué van a querer chamacones?—preguntó el taquero que se encontraba frente al Oxxo.

—Para mi 3 de pastor—respondió Aki.

—¿Y la güerita que quiere?

—2 de asada—Susurró Ángel al oído del más alto —Dos de asada y un agua grande de Jamaica, por favor—terminó de ordenar el peli negro. Los chicos tomaron sus tacos y, una vez más, se tomaron la mano para cruzar la calle.

—Pa' mi que son putos— se río el taquero mientras veía a los chicos cruzar —Que hermoso el amor joven—terminó suspirando con una sonrisa en la cara, siendo escuchado por una señora que iba pasando y que se le quedó viendo extrañada.

...

—No la chingues, Aki, ¿Cómo que agua de Jamaica?

—¿Qué tiene? Está bien rica.

—Serás pendejo, la horchata es mil veces mejor que esa marranada.

—Cálmate o te calmo—se rió Hayakawa, a lo que Ángel le siguió con el mismo gesto. —¿Te imaginas que los tacos sean de perro?— preguntó Aki.

—Pues yo no he visto a pochita en un buen rato—rio Ángel, preocupado.

Mientras los chicos reflexionaban sobre los tacos de perro, una estudiante, la cual se veía apurada, intentó abrir la puerta del local, pero esta estaba cerrada debido a que era la hora del descanso de los chicos.
La chica continuó tratando de forcejear la puerta, hasta que Ángel se hartó y preguntó —¿Necesitas algo?—.

—Ah, sí ¿Está abierto?

—¿Las puertas lo estaban hace un segundo?

—No...—contestó la adolescente, confundida.

—Caso cerrado, tenga un excelente día.

—¡Pero aún es temprano!

—Exacto, así que puede venir más tarde cuando mi hora de descanso se acabe. Tenga un excelente día.

—Porfavor, solo será una compra rápi–

—¡Tenga un excelente día!— interrumpió Ángel de forma pasivo agresiva. Aki notó que el peli rosa aún no llegaba, por lo que decidió asomarse para ver qué sucedía. Hayakawa se encontró con el más bajo y la chica; ambos forcejeando la puerta, uno para cerrarla y el otro para abrirla.

—Eh, morra, estamos en descanso, cáele más tarde—declaró Aki, cerrando finalmente la puerta.
La chica se quedó analizando a los trabajadores por unos segundos hasta que sus ojos se abrieron y una mueca de asombro dominó su rostro.

—¡Ustedes! ¡Ustedes fueron quienes le tiraron un tabique a Yoshida!

—¿Qué? Nah, ¿Quién es ese para empezar?—trató de sacudirse el peli rosa —¿Tu lo topas, Aki? Yo no—.

—Nop, yo tampoco—respondió el azabache, sonriendo nervioso.

—¡No se hagan pendejos! ¡Yoshi me dijo que un travesti y un wey con pelo de angry birds lo habían atacado!

—Para empezar ¿Por qué dices su nombre como si lo conociéramos? Ridícula—preguntó Ángel, volteando los ojos, a lo que Hayakawa le dió un codazo en el hombro y le susurró —Cállate o la vas a cagar más—.

—¡Buscaré a alguien que haga justicia!

—¿Ah, sí? ¿Cómo quien?—questionó Ángel de forma muy pretenciosa y condescendiente.

—Ya verán.

—Puta puberta loca—se burlaron Ángel y Hayakawa, mientras que la chica se iba de forma lenta y amenazante.