Monte.

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—¡Oigan!— gritó Denji, interrumpiendo la tranquilidad dentro del Oxxo.

—¿Qué?

Preguntó Aki desde las cajas registradoras, a lo que Denji se acercó con una sonrisa y una mirada siniestra en el rostro.

—Adivina.

Unos momentos antes de que Hayakawa contestara, Ángel salió del almacén, soltando un quejido al ver al rubio dentro.

—¿Ahora qué quiere este pendejo?

—¡Ángel! Adivina para que vine.

—Para estar chingando, de seguro.

Respondió el peli rosa con una notable mueca en el rostro. Hayakawa rio ante el comentario, agregando un —No seas tan grosero— para después continuar escuchando al rubio.

—Les quiero proponer algo.

—No cuenten conmigo— interrumpió Ángel inmediatamente mientras que se paraba en una de las cajas registradoras.

—¿Ajá...?— Respondió el azabache a la vez que jugaba con el cabello de Ángel, sin prestar mucha atención a lo que Denji decía. —Quiero que me acompañen a la casa que está en el monte, dicen que se aparece una niña que se murió ahí— comentó el rubio entusiasmado.

—Ya vas empezar con tus mamadas.

—Ándale Ángel, Aki también va ir— Insistió Denji, tomando las manos del peli rosa y mirándolo con cara de "pobrecito" por lo que Ángel solo suspiró exhausto.
—¿Neta vas a ir?— Preguntó Ángel, volteando a ver al peli negro.

—¿Que yo qué?

///

—Pinche lugar culero, y para colmo se te ocurre llegar en la noche— se quejó Ángel al llegar al lugar. Denji tomó uno piedra y la lanzó a una de las ventanas para enterar al lugar, cortándose un poco la pierna con los vidrios rotos. —La puerta está tumbada, pendejo— suspiró Hayakawa.

—Antes que nada, quiero presentarles a una experta en el tema.

Comentó Denji, por lo que Aki y Ángel se miraron el uno al otro, dudosos. Después de 5 minutos esperando sentados dentro de la casa, una chica vestida de negro llegó al lugar.

—Aquí está... ella puede hablar con duendes y fantasmas.

Susurro el rubio, haciendo una reverencia ante la mujer de negro.

—¡Ya llegué yo, Power, la experta en lo paranormal!— gritó la chica al quitarse la capa. —Ella es muy experta, una vez le sacó un demonio a mi compa— agregó Denji mientras que le indicaba a los otros chicos que le hicieran una reverencia.

—¿Esa no es la loca que intentó meter a su ga-?— preguntó Ángel, siendo interrumpido por una leve patada por parte de Aki.

—Hacer este tipo de cosas es muy peligroso, por lo que les daré lo necesario para que se defiendan— explicó Power mientras que le daba una máscara de shrek a Aki, un cerdo de hule que rechina a Ángel y un huevo kínder de plástico a Denji.

—La mascara es para que los demonios piensen que eres uno de ellos y que así no te ataquen, el cerdo será una alarma para cuando veas algo extraño, solo apriétalo e iremos corriendo a salvarte... por último pero no menos importante, el huevo es para atrapar los espíritus, por eso te lo di a ti, Denji.

—¿Y ahora qué, nos ponemos a explorar?— preguntó Ángel irritado, tomando la mano de Hayakawa para después caminar hacia las escaleras —¡Alto ahí! Primero tienen que comer esto para protección— gritó Power, entregándoles unos brownies al azabache.

—¿Brownies?

—Sí, están bendecidos.

—Como tú digas.

Contestó Aki, comiéndose uno y dándole el otro al peli rosa para después subir por las escaleras.
—Este cerdo de hule suena horrible— se quejó Ángel, tirando el juguete al piso —¿Crees que eso es malo? La máscara que me dieron huele a manteca y sudor—. Ambos chicos bromearon mientras exploraban el lugar, eso sin encontrar ninguna anormalidad en la casa.

Tiempo después, Ángel empezó a quejarse sobre que le dolía la cabeza y Aki comentó que el también se sentía raro, tenía muchas náuseas y estaba mareado. Los chicos decidieron separarse para encontrar la salida, ya que, como estaba muy oscuro, no podían ver las escaleras para bajar y salir del lugar.

La peor idea.

Eventos tercermundistas en el OXXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora