Es extraño ambos creían que sus vidas ya no volverían a juntarse.
El creía que la odiaba.
Ella tenía que soportar sus malos tratos.
Ella veía como el le daba toda su atención a una nueva chica... la atención que una vez fue para ella... la atención...
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Lovesick Girls.
El ambiente era pesado, la tención que había en el aire, se podía cortar con un cuchillo.
Nadie en el salón se atrevía a decir nada, después de la "reciente" escena que habían precisado. Al parecer había una nueva rivalidad en la escuela Han SeoJun y Bae Min-Ho. Obviamente los rumores no tardarán mucho en hacerse presentes nuevamente.
Después de lo que parecía ser una eternidad, sonó el timbre de la escuela, indicando el primer descanso. Rápidamente la mayoría de los alumnos comenzó a salir del salón. Hablando entre ellos o revisando sus celulares.
Yang-Mi, tenía pensado en ir a hablar con Min-Ho acerca de lo que había pasado en la mañana. Pero sus planes fueron frustrados, al sentir como otra mano tomaba de su brazo y la jalaba para salir del salón bajo la atenta mirada de todos.
Min-Ho, rápidamente se paró de su asiento con toda la intención del saber del porque SuHo, actuó así. Pero el también se detuvo al ver como Jukyung. Lo tomo con delicadeza de la muñeca.
-¿Podemos hablar?. -Le pregunto con seriedad, a lo que Min-Ho asintio algo dudoso.
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-¡Ya! SuHo, Sueltame. -Dijo Yang-Mi, mientras sentia como SuHo seguia tomando firmemente su agarre.
-¡Ya!, ¿Que te pasa?. -Reclamo por décima vez en el camino la rubia mientras el chico seguía sin darle algún tipo de respuestas.
Claro que había gente que los miraba extraño, y es que Yang-Mi podría asegurar que en esos momentos lucia como una muñeca de trapo, que las niñas, sangoloteaban de un lado a otro.
El castaño abrió la puerta de la azotea, asegurándose que nadie estuviera ahí, una vez asegurado de todo, jalo nuevamente a Yang-Mi. Y cerró la puerta con una silla para que nadie los interrumpiera.
-¿Que es lo que te pasa?, ¿Porque me tomaste así de la nada?. -Dijo la chica. -¡ACHU!. -Todo ese semblante rudo y serio que tenía se esfumó en el momento que estornudo. Y es que Yang-Mi se parecía a un tierno gatito, cuando estornuda.
