Es extraño ambos creían que sus vidas ya no volverían a juntarse.
El creía que la odiaba.
Ella tenía que soportar sus malos tratos.
Ella veía como el le daba toda su atención a una nueva chica... la atención que una vez fue para ella... la atención...
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El sonido de una puerta siendo abierta, llamo la atención de Jukyung, quien rápidamente se alarmó al ver a Yang-Mi, ensangrentada.
-¡YANG-MI!. -Fué lo único que salió de su boca, mientras se intentaba acercar a ella, pero no fue necesario, pues Yang-Mi, prácticamente cayó de rodillas. Aunque por fortuna no se golpeó la cabeza, porque Jukyung, la sostuvo.
-¡¿Que fue lo que le hicieron?!.
-Ella fue la torpe, se intentó hacer la lista, pero resultó así.
-Se van a arrepentir de lo que hicieron. -Dijo Jukyung, mientras acostaba la cabeza de Yang-Mi, en sus piernas.
-No te combiene intentar soltar amenazas, no estás en condiciones de hacerlo. -Dijo el tipo que estaba sentado alado de ella, y tomaba el teléfono de Jukyung.
Por su parte, la castaña, solo miro con preocupación a Yang-Mi, mientras daba pequeñas cachetadas, para intentar despertar a Yang-Mi.
Tenía raspones en la cara, brazos y rodillas, además que tenía sangre seca en la nariz, su labio estaba roto, además que aún le seguía saliendo un poco de sangre de la nariz.
-Yang-Mi, despierta, no puedes hacerme esto... Tenemos que salir de aquí, ¡Min-Ho, se va a preocupar si te llega a ver así!, No puedes llegar así a casa, vamos despierta. -Le dijo en un tono bajo, pero Yang-Mi, por cierta razón no reaccionaba.
Jukyung, vio como dejaban su celular, en la mesa, mientras su ex compañero, regresaba, con sus amigos a cantar algo.
Jukyung, sin pensarlo demasiado, llamo a Soo-ah, por videollamada, no pasó mucho, tiempo para que sus amigos cortaran la llamada, no sin antes, escuchar un "vamos haya", por parte de Soo-ah.
-Descuida, la ayuda llegara pronto, solo resiste Yang-Mi, iremos al hospital, para que te atiendan. -Dijo Jukyung, mientras Yang-Mi, abría un poco sus ojos, lo que tranquilizo un poco a Jukyung.
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Min-Ho, soltó un suspiro, mientras veía como Rose alzaba su mano, en señal de que estaba ahí. Los ojos de Min-Ho, no pudo evitar cristalizarse mientras recordaba, las tantas veces que Rose, le había hecho esa señal, en el pasado.
