Es extraño ambos creían que sus vidas ya no volverían a juntarse.
El creía que la odiaba.
Ella tenía que soportar sus malos tratos.
Ella veía como el le daba toda su atención a una nueva chica... la atención que una vez fue para ella... la atención...
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El sonido de los pasos sobre el concreto, pasaba desapercibido entre la multitud de personas, que iban de un lado a otro, a su destino.
Baek solo miraba al frente, mientras trataba de comprender que era lo que había pasado, en la escuela, habían varias preguntas, pero la que más destacaba de todas era. ¿Quien era esa chica?.
Baek salió de sus pensamientos al llegar al lobby del hotel, y darse cuenta que cierta peliroja lo estaba esperando.
-¡¿Que es lo que quieres Rose?!. -Pregunto mientras ladeaba su cabeza.
Baek noto cómo Rose se volteo inmediatamente después de escuchar sus palabras, después de tantos años se habían reencontrado.
Una sonrisa se poso en los labios de Baek al percatarse que sus manos temblaban, si que seguía siendo mala para disimular.
-Creo que te cansaste de jugar al escondite. -Hablo el con Sorna.
-Tenemos que hablar. -Sentencio Rose mientras mentalmente se debatia si debía ir hasta donde estaba Baek.
-Claro yo tengo todo el tiempo del mundo, es más platiquemos mientras comamos algo. Cómo en los viejos tiempos.
-¡No estoy para tus malditas bromas Baek!.
-Pero si no estoy bromeando, vamos a comer algo. Así me dices que es lo que me quieres decir, incluso tal vez después podamos caminar, me puedes enseñar algo de la ciudad. Algo me dice que tú conoces a la perfección está ciudad.
-¡No estoy para tus malditos juegos!. -Baek cerró los ojos al escuchar los reclamos de Rose.
-¡¿Te parece que estoy jugando?!, No soy un mocoso de 4 años para estar jugando y perdiendo mi tiempo. Lo que me quieras decir hazlo de una maldita vez y desaparece de mi vista.
-¡QUIERO QUE TE VAYAS DE AQUÍ, Y QUE DEJES A MIN-HO EN PAZ!. -Hablo ella mientras sentía como sus manos temblaban cada vez más.
-¡PORQUE TENGO QUE DEJAR TRANQUILO AL MALDITO LOCO QUE DESTRUYO A MI FAMILIA!.
-¡EL NO HIZO NADA!.
-¿CÓMO MIERDA TE ATREVES A DECIR ESO?... Tu ni estabas esa noche, te recuerdo que tú huiste como la rata que eres.
-¡SOLO DEJA A MIN-HO EL NO HIZO NADA!.
-¡NO HIZO NADA!, EL ME DESTRUYO Y A MI FAMILIA TAMBIÉN... ¡LO JUSTO ES QUE EL PAGUE LO QUE ME HIZO, PORQUE NO PIENSO PARAR HASTA VERLO MUERTO EN VIDA!.
-¡ERES UN MALDITO LOCO!.
-NO TE DAS UNA IDEA, Y TE ACONSEJO MEJOR QUE TE APARTES, PORQUE SI TE VAS CON MIN-HO, LE LLAMARÉ A MI TÍO, PARA QUE SEPAN DONDE ESTÁS.
Baek rio, al ver que la cara de Rose se había transformado a una completa de pánico. Mientras su temblor era cada vez más notorio.
-Veremos que es lo que decide si te manda de regreso con tu abuela o tal vez te mandé de vuelta a la ha... -Baek paro al ver cómo los ojos de Rose se llenaban de lágrimas, al escuchar sus palabras, no cabía duda seguía siendo esa niña frágil, que se quiere sentir valiente.
-Veo que ya no eres tan valiente como hace unos minutos, aparentaste serlo, Rose te seré sincero tu a mi no me importas, puedes desaparecer del mundo y me daría igual, pero si te atreves a interponerte en lo que hay entre Min-Ho y yo, lo pagarás porque no me importa las personas que salgan lastimadas, con tal de ver a Min-Ho...
Las palabras de Baek se vieron cortadas, al sentir un débil empujón por parte de Rose, quien solo salió corriendo del hotel lo más rápido que sus piernas le permitían.
Sentía como su respiración se volvía débil, como su vista se nublaba, como su ritmo cardíaco aumentaba y como su cuerpo temblaba, y como sus ganas de gritar se hacían cada vez más fuertes.
Hace tantos años, que no había experimentado esa sensación, esa maldita sensación de sentirse tan pequeña, de sentirse como un insecto al cual podían pisar y nadie haría nada.
Se detuvo al sentir cómo alguien la jalaba de la muñeca, por lo que instintivamente grito, y comenzó a pegarle débilmente. Pero se detuvo al reconocer ese aroma.
-Min-Ho, ¿Que es lo que hacés?...¿En qué momento reaccionaste?.
-Lo siento, llegué tarde... Perdón por todo lo que te dije. -Dijo el mientras la veía fijamente, Rose no aguanto más y solo se soltó a llorar mientras Min-Ho la abrazaba.
-Esta bien, lo siento, fue mi culpa si yo no hubiera hecho nada, no estaríamos en esta situación... Perdón. -Dijo mientras sentía sus lágrimas acomularse en sus ojos.
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Yang-Mi, solo miraba a la calle con una mirada perdida, no tenía ni idea de que era lo que le había pasado a Jukyung, ella solo la tiró y se fue sin decir una sola palabra.
Un suspiro salió de sus labios, para luego pararse a ver su rodilla, le dolía y estaba inflamada, seguramente por la caída que había sufrido.
-Genial, justo cuando tenía la manera de saber de Min-Ho, Jukyung actúa como loca y me tira. Para colmo Baek se fue y no pude seguir hablando con el.
-Sabes si hablas sola en medio de la calle, mucha gente va a pensar que estás loca. -Yang-Mi se giró sobre sus talones solo para ver a SeoJun quien traía dos jugos en la mano.
-Toma este es para ti, frutos rojos con algo de miel. -Hablo el mientras le extendia el jugo.
-¿Que haces aquí?. -Dijo mientras tomaba con algo de duda el vaso. Por lo que SeoJun sonrió un poco.
-Solo quería saber si estás bien eso era todo, además no quería llegar a mi casa.
-¿Pasó algo?. -Pregunto Yang-Mi con curiosidad.
-No es solo que últimamente mi cabeza está hecha un caos, y si estoy en casa siento que me sofoco más. -Hablo el.
-Supongo que lo siento. -Dijo Yang-Mi mientras avanzaba en dirección a la derecha pero se detuvo al sentir un agarre en su muñeca.
-Lo siento, pero ¿No quieres acompañarme?... No quiero estar solo. -Yang-Mi solo miro el agarre que SeoJun tenía sobre de ella, y levantó su mirada de nuevo, encontrándose su mirada con la del pelinegro y fue entonces que se dió cuenta de algo, ya no sentía nada si estaba cerca de el. Pues lo único que había en su mente era Bae Min-Ho.
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