Es extraño ambos creían que sus vidas ya no volverían a juntarse.
El creía que la odiaba.
Ella tenía que soportar sus malos tratos.
Ella veía como el le daba toda su atención a una nueva chica... la atención que una vez fue para ella... la atención...
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Un suspiro salió de los labios de Yang-Mi, mientras sentía como los nervios se apoderaban de ella.
-¿Estas bien?... Luces muy nerviosa.
-Si, es solo que no me gusta la gente con la que voy a cenar, los padres de SooJin, especialmente su padre, no me inspira confianza. -Respondio Yang-Mi.
-¿Quieres que te acompañe?. -Cuestiono Min-Ho.
-No, no creo que puedas soportar ese tipo de ambiente, tu fuiste criado en un buen ambiente familiar, y ahí hay de todo menos un buen ambiente familiar.
Min-Ho, bajo la mirada ante las palabras de su novia, odiaba que pensará que su familia era perfecta cuando era todo lo contrario. Pero más se odiaba el, por hacerle creer que todo en su vida marchaba a la perfección.
-Con más razón iré, no permitiré que te hagan daño, así que si gustas no hablaré, pero no me pidas que te deje en un ambiente así.
Yang-Mi, sonrió y le dió un corto beso Min-Ho, quien estuvo apunto de darle otro, pero se detuvo al ver un carro aproximandose.
-Yang-Mi, mi niña hermosa ven aquí. -Yang-Mi, con una pequeña sonrisa se acercó a su madre y la abrazo fuertemente mientras que la mayor acariciaba sus cabellos.
-Min-Ho, es un gusto volver a verte, gracias por cuidar de mi hija todo este tiempo.
-El gusto es mío señora Park, y por Yang-Mi no se preocupe siempre la cuídare. -La señora Park sonrió ante esas palabras, realmente le aliviaba el hecho que su hija no estuviese sola.
-Mamá, quiero que Min-Ho, nos acompañe a la cena, espero que no haya problema por eso. -La mayor miro a Yang-Mi, quien la veía de una manera insistente mientras tomaba la mano de Min-Ho.
-Esta bien, de todas formas será una reunión de trabajo, y no me quedaré aquí después de la cena, sera bueno que Min-Ho, te acompañe a casa... Vamos suban. -Yang-Mi asintio mientras Min-Ho le abría la puerta del carro.
El camino fue silencioso, pero no incómodo o almenos no para Yang-Mi, quien miraba atentamente a su madre con una sonrisa en su rostro sin decir una sola palabra.
-¿Todo bien cariño?. -Pregunto su madre con una sonrisa.
-Si, es solo que me alegra que estés bien, siempre me preocupa que no comas bien, o duermas bien, me da miedo que estés enferma y yo no lo sepa. -Si madre sonrió ante esas palabras sin apartar la vista del camino.
-A mi también me preocupa, el hecho que no estés bien... Pero sabes que tengo que trabar para darte lo mejor.
-Si, lo entiendo mamá. -Le respondió sin más que decir.
No pasó mucho tiempo, para que llegarán al restaurante, dónde los nervios de Yang-Mi aumentaron, acto que fue notado por Min-Ho, quien tomo su mano fuertemente.
