Cap 40

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Tantas cosas por decir y ni una parecía coherente.
Tendría que darle a McGonagall una explicación lógica sobre el asunto ¿pero como lo haría? Si ni ella podía explicarse que había pasado exactamente.

A duras penas había conseguido salirse del sanatorio luego de explicarle brevemente a Ryan las cosas.
Él no era tonto y Hermione sabía que guardaría el secreto para no meterla en problemas.

Estaba observando todo desde un rincón, enfocándose en las miradas llenas de sorpresa que traían los sanadores y los aurores.

Ryan O'Hienn había despertado de su coma inducido y se mostraba perfectamente lúcido a pesar del pronóstico tan poco esperanzador hecho por sus sanadores.

Nadie podía dar crédito a esa milagrosa recuperación que traspasaba el entendimiento médico.

Mientras los aurores notificaban al ministro Kingsley y al auror jefe Flinck de lo sucedido, los padres de Ryan lo abrazaban con lágrimas en los ojos.
Era la primera vez que veían a su hijo desde el incidente.

Maldijo mentalmente al darse cuenta que el sol comenzaba a esconderse. Tenía que volver a Hogwarts cuanto antes para no alterar todavía más a Minerva.

Estaba cansada y necesitaba dormir para relajarse un poco. Las cosas no marchaban bien y ella era consciente de eso, sin embargo, al menos el saber que su amigo estaba bien cambiaba el panorama significativamente.

Siendo honesta, tantos problemas la tenían harta.
¿Acaso nunca tendría un ciclo escolar en paz? Voldemort ya no estaba, pero aún así, las cosas le parecian igual de oscuras.

Al estar en las cercanías del castillo se tomó unos minutos para apreciar esa vista.
Todavía recordaba a esa niña de once años con el cabello encrespado admirando todo por primera vez como si se sintiera en un sueño.

Habían pasado casi ocho años de eso, y la emoción seguía intacta.

Suspiró con pesar al entender que aunque la emoción no había cambiado, ella ya no era esa niña pequeña.
A sus diecinueve años ya había contemplado cosas horribles. Muerte, injusticias, muerte, sufrimiento, más muerte...

¿Qué cosa tan mala habría hecho en su vida pasada para estar pagando así?

Los aurores en Hogwarts parecían sorprendidos y varios murmuraban entre sí. Lo más probable era que se hubieran enterado.

Mientras subía el último de los escalones alcanzó a escuchar unas voces femeninas acompañando a la directora, lo que la hizo frenar en seco antes de tocar la puerta.
Pudo reconocer la voz indignada de Ginny y la de alguien más que no le resultaba conocida.

-Por favor profesora, se lo ruego, es la primera vez que se celebraría un baile de graduación en Hogwarts. A todos nos hace mucha ilusión... Por favor, no lo cancele.

-Señorita Weasley créame que me apena tener que tomar esta medida, pero no puedo exponerlos a ustedes.

-Profesora por favor.

-Es mi última palabra. Ahora les voy a pedir que se retiren a sus salas.

Hermione contempló a una Ginny ceñuda con cara de pocos amigos seguida de una Pansy Parkinson con ojos frustrados.

Fue una sorpresa verlas juntas y tratarse de una manera tan civilizada, sobre todo teniendo en cuenta el temperamento explosivo de la pelirroja.

Ginny no le había mencionado que la organización del baile la compartía con Pansy. El dichoso baile que al parecer no se realizaría.

Antes de que la puerta alcanzara a cerrarse se coló por ella, quitándose por fin la capa de invisibilidad y robandole un gritito ahogado a la directora.

DRACO IGNIS➜DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora