Cap 42

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Shöfky trataba de abrir los ojos a pesar de lo pesados que se sentía sus párpados.
Su cuerpo todavía dolía y era como si estuviera plagado de leves quemaduras.

Podía percibir el aroma a hierbas e incienso inundando sus fosas nasales.

Intentaba acostumbrarse a la claridad de la habitación, que estaba plagada de calderos, esencias y plantas.
Quiso levantarse y unas manos fuertes se lo impidieron, sujetandolo bruscamente.

—No te levantes.

Una voz aguardentosa retumbó en sus oídos.

—No puedo perder el tiempo así que mejor dígame que me pasó y por qué estoy así.

No hubo una respuesta, así que el profesor de defensa contra las artes oscuras resolvió hacer un segundo intento por pararse y el resultado fue peor que el primero. Aquel hombre no se empeñó en detenerlo, sino en dejarlo hacer su voluntad.

Las piernas de Ian flaquearon y cayó al piso al sentir que sus fuerzas habían desaparecido.

Ahogó un grito al notar sus costillas contraerse por el dolor.

—Te dije que no te levantaras.

El rubio resopló al escuchar como de ese hombre desconocido brotaba una risa sardónica.

—¿Es Dellan Gallagher o no? Porque si no lo es entonces no seguiré aquí ni un segundo más.

Honestamente, cada minuto le era preciado, y por mucho dolor que sintiera no se olvidaba del que era su verdadero objetivo.
No tenía ganas de estar en reposo con un extraño al que parecía haberle comido la lengua un gato.

—Sí, soy yo. —confirmó con simpleza—

Sus ojos azules se entrecerraron con desconfianza al percibir la confirmación que había rogado escuchar por tanto tiempo.
Durante días soñaba con ese momento, pero estaba resultando diferente a como lo había imaginado.

Se esperaba un hombre amable y gentil, no uno sarcástico y seco.

Aún así, esos ojos almendrados se le hacían idénticos a unos que veía seguido.

—¿Por qué estoy así? Siento como si me hubieran torturado con miles de crucios. ¿Qué clase de encantamiento es este?

—Los celtas tenemos métodos especiales para la protección. Nuestra magia es invasiva para el cuerpo humano, así que en el mismo momento en que quisiste cruzar la barrera que delimita mi propiedad sufriste los efectos de mi hechizo. —explicó rápidamente y con tono monótono—

Eso hizo que Ian recordara a Hermione cada vez que respondía una pregunta en clases.

—¡Debí suponerlo! No tiene ni idea de cuánto llevo buscándolo. 

Shöfky se quejó nuevamente por el dolor, pero fue capaz de incorporarse para encarar a su acompañante.

—Imagino que debió ser difícil. Tiene un aspecto horrible, como si no se hubiera bañado en semanas.

—Estoy aquí por algo importante. —dijo ignorando el comentario—

—Si, le creo, porque verdaderamente me intriga saber que podría querer hablar un mago nórdico con un carpintero celta tan ordinario como yo. Si no fuera importante, dudo que estuviera aquí conmigo. —siseó con curiosidad y burla—

A Shöfky le resultaba insoportable la petulancia de aquel hombre. En cada una de sus palabras, asentaba su particular forma de ser, demostrando lo inteligente que se creía.

DRACO IGNIS➜DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora