Cap 35

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Ya llevaba días de no verlo ni en clases, ni en los pasillos, ni en el gran comedor, ni en ningún lugar en realidad.

Tampoco respondía a sus cartas.

Sin importar cuanto intentaba seguirle el rastro, no tenía suerte para encontrarselo aunque fuera en la biblioteca.

Supo por boca de Slughorn que el cuerpo directivo de San Mungo se había mostrado más que satisfecho, y estaba dispuesto a ofrecer un lugar para que Ryan pudiera comenzar a formarse como sanador.

La única condición era continuar con su excelente rendimiento académico y obtener sólo  "extraordinarios" en sus EXTASIS, teniendo ya cinco "extraordinarios" anteriores en sus TIMOs en Herbología, Encantamientos, Transformaciones, Pociones y Defensa contra las artes oscuras.

Seguramente se encontrara estudiando mucho y esforzándose al máximo, eso no lo dudaba, lo único que le preocupaba era el hecho de su desaparición.

Luna no lo veía en su sala común y eso llamaba demasiado la atención.

Según Draco, debería estar practicando para el partido de quidditch del sábado, y ya podría cerciorarse de que las cosas estuvieran bajo control cuando lo viera ese día.

No olvidaba su promesa de ir a verlo antes de que comenzara el partido para comprobar que no jugara en malas condiciones y que estuviera al día con sus medicinas. 

Además de alentar a Ginny como la mejor cazadora del equipo de gryffindor, y a Ryan como el buscador estrella de ravenclaw, algo en su interior le clamaba que debía estar en ese partido y que no debía perderselo por nada.

Era un mal presentimiento y lo sabía. Rogaba a todas las deidades posibles que no fuera así.

El otro asunto que debía atender, refería a la metida de pata de Harry ante Ron, que ya sabía todo lo relacionado a las cartas amenazadoras y exigía saber más al respecto.

¿Qué se suponía que dijera?

Sabía todo lo que ellos sabían, ninguno de los dos había recibido otra amenaza desde el último incidente en el departamento de Potter y eso era bueno.

Quizá al final si se trataba de una broma de muy mal gusto y no de alguien que se les pegaba como chicle y vigilaba cada uno de sus pasos.

Bueno... prefería creer eso aunque sus energías le anticipaban que algo marchaba mal.

Sentía esos malestares en el cuerpo y pesadez en el ambiente, como si algo maligno rondara los alrededores y esa esencia quedara impregnada en el aire. 

Lo que no le cerraba, era que nadie excepto ella pudiera sentirla.

Ni Ian Shöfky ni la directora McGonagall se mostraban alertas ante la presencia de algo extraño.

¿Sería posible que se tratara sólo de ideas suyas?

Algo en Hogwarts no encajaba y eso ponía sus sentidos a la defensiva todo el tiempo.

Se sentía amenazada y observada la mayor parte del día y eso la desgastaba.

No conseguía concentrarse en sus entrenamientos y las cosas terminaban mal: Ian golpeado o quemado.

Tenía que serenar su ser de alguna manera y dejar esas preocupaciones atrás, y si alguien podía hablar de conexión con la naturaleza y el plano astral, conocía a la persona indicada...

Firenze.

A diferencia de los demás centauros de naturaleza violenta, peligrosa e intolerante; Firenze destacaba por ser agradable, pacífico y sensitivo.

DRACO IGNIS➜DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora