Draco se rehusaba una y otra vez a dejar que Thomas Flinck le realizara un torniquete.Harry acababa de despertar, y en medio de su inconsciencia e inestabilidad, no supo que hacer cuando vio al rubio gritándole al castaño para que se alejara de él.
Contrario a ellos, Thomas no estaba amarrado y se movía con total libertad por la habitación a pesar de que se le veían oscuros hematomas en el rostro y rastros de sangre seca en la barbilla.
—Aleja tus sucias manos de mí, Flinck.
—Tu pierna está sangrando mucho, si no te realizo un torniquete te vas a desangrar.
—Oh claro, como si te importara mi bienestar. No te vi tan preocupado cuando me aturdiste para traerme a este nido mugroso de ratas.
El castaño desvió la mirada avergonzado al sentir la rabia brotar de los ojos grises del rubio.
—Malfoy, déjalo en paz, sólo trata de ayudarte.
El rostro de Draco era un poema.
—¡San Potter, defensor de los pobres inocentes! Lo defiendes y este mocoso fue el que nos trajo a mí y a Hermione aquí. Es cómplice de esta desquiciada.
Harry, a pesar de que respiraba con dificultad a causa de un fuerte dolor punzante en el pulmón, se obligó a si mismo a permanecer sereno e inalterable.
—Estoy seguro de que algún motivo tendría para hacer todo esto. ¿No es así, Thomas? —inquirió con preocupación—
El mencionado se contrajo en una mueca de vergüenza y tristeza porque era incapaz de mirar a Harry Potter.
Alguien sucio y cobarde como él era indigno de dirigirle la palabra al héroe de la comunidad mágica.
—Yo no quería hacerlo... lo juro. Lo siento tanto, en verdad no quería hacerlo.
—¿Qué pasó, Thomas? ¿Qué te hizo ella?
Malfoy arqueó una ceja con interés al ver como unas gruesas lágrimas resbalaban por las mejillas del castaño.
A diferencia de Potter, él no era perceptivo ni abierto con el tema de las emociones.
—Ustedes no lo entienden... era muy diferente cuando la conocí. Me enamoré perdidamente de sus ojos y su sonrisa, era tierna y dulce conmigo, hizo que me perdiera en ella lentamente, hasta el punto en que no podía negarme a nada de lo que me pedía.
—¿Qué te pedía?
—Al principio, eran cosas indefensas, como contarle lo que pasaba en Hogwarts, prestarle atención a Hermione y a Malfoy, espiarlos si estaban juntos.
Draco arrugó la nariz con disgusto al escucharlo.
—¿Y después? —insistió Potter con ánimo—
—Después las cosas se oscurecieron sin siquiera darme cuenta. Me obligaba a enviar amenazas en su nombre, yo no quería, le dije que lo que hacía no estaba bien, la confronté, pero ella... ella enloqueció, se burló de mí por ser tan ingenuo y blando. Quise irme pero se puso violenta así que me atacó y me sopló algo en la cara, eso me hizo sentir cansado y confundido. Luego... luego todo se volvió gris, yo acataba sus ordenes sin protestar ni cuestionar.
—¿Qué ordenes, Thomas? Es de suma importancia que me lo digas, por favor.
Harry estaba hilando los cabos sueltos y tenía una ligera sospecha.
El chiquillo parecía responder en modo automático, con los ojos opacos y la voz cansada y ausente.
—La carta para Malfoy en la biblioteca, el gato de Hermione, el que Ryan O'Hienn se cayera de su escoba... todo eso fue mi responsabilidad.
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DRACO IGNIS➜DRAMIONE
Fanfiction¿La redención puede ser otorgada a aquella persona que volvió tu vida un infierno? ¿Creerias encontrar el amor en el rincón menos esperado? ¿Qué harías al borde del límite? ¿Dónde encuentras las respuestas que nadie puede darte? ¿Es preferible ignor...